Hoy nadie duda de que el tabaco perjudica tanto la salud de la persona fumadora como la de la pasiva que respira su humo. Fueron muchos años de lucha hasta que se consiguió una regulación en favor de la salud de las personas: Europa, a principios de los años 2000, reguló de forma severa la publicidad y el patrocinio de los productos del tabaco en los medios de comunicación y, en 2011; en España se endurecieron por ley las restricciones y se prohibió fumar en bares y restaurantes sin más excepción que en las terrazas. Por fin se legislaba para cuidar a las personas y no en favor de los intereses de las industrias.
Desafortunadamente, seguimos respirando en todo el mundo un humo que nos mata de forma silenciosa: el de los combustibles fósiles. Con esta cifra, el total de muertes por contaminación de los combustibles fósiles supera las personas que mueren por tabaquismo y malaria juntas. El aire que respiramos repercute en la salud de todas las personas pero las que sufren los peores impactos son, especialmente, los niños y las niñas, las personas mayores, las de bajos ingresos, las minorías y por lo general, las que habitan en las zonas urbanas.
Y ¿quién está detrás de los combustibles fósiles? Pues fundamentalmente las empresas energéticas y eléctricas sin olvidarnos por supuesto de todos aquellos sectores que dependen de ellos, así como el sector financiero que los mantiene. En España son Endesa, Naturgy y Repsol, que ocupan los primeros puestos en emisiones, pero hay más: Cepsa, Iberdrola, EDP…
Respirar aire limpio es un derecho humano implícito en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, además de que se encuentra plenamente consagrado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Aún así, los humos de estas empresas están acabando con nuestra vida.
Ya es hora de regular el fin de los combustibles fósiles; no es idealista ni imposible. Recientemente, Francia acaba de incluir en el borrador del proyecto de la ley de cambio climático la prohibición de la publicidad de las energías fósiles así: Regular la publicidad y patrocinios, abandonar las subvenciones a los combustibles fósiles y aumentar el ritmo en la reducción de las emisiones son elementos fundamentales en nuestra legislación para asegurarnos el derecho a respirar.
Fuente: Greenpeace
Deutsche Bank se ha sumado a la alianza bancaria Net Zero promovida por Naciones Unidas, por la que se comprometen junto a otros 42 bancos a...
La Comisión Europea ha presentado este miércoles los criterios que utilizará para determinar si una actividad...
Firmada con 21 bancos, está vinculada a dos indicadores de sostenibilidad: la reducción de intensidad de emisiones por la compañía (ODS...
La financiación sostenible en España se ha multiplicado por 9 en los últimos 5 años, y en 2020 creció un...
La Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (Faconauto) y BBVA Consumer Finance han anunciado la...
Tal como ha informado la Agrupación de Fabricantes de Neumáticos (Afane), el objetivo de este nuevo etiquetado es hacerlo...
El fabricante de vehículos deportivos Maserati ha presentado de forma 'online' el nuevo Levante Hybrid, la versión...
La semana pasada se aprobó en el Congreso la Ley de Cambio Climático, un documento que (con sus carencias) será la base...
El Comité de las Regiones de la Unión Europea ha avisado este miércoles de que la ley climática europea que fija...
Ha clausurado la presentación del informe “Emisiones de gases de efecto invernadero en el sistema agroalimentario y huella de...
Esta cumbre, con 40 países invitados por el presidente Biden, no será para negociar, sino más bien para anunciar...
A través de las ventanas del CREAF sabemos que llega la primavera cuando vemos salir los primeros brotes de los olmos y las torcaces...
Elodie Galante Dumoulin - viernes 19 feb 2021
Ahora nos empezamos a dar cuenta de que las "soluciones" fáciles como el uso de las energías fósiles no es la solución adecuada, lo fácil nunca ha sido bueno pero aún tiene que llover collejas para que el ser humano lo aprenda... (si es que aún hay un atisbo de dignidad en el ser humano)