La redada ha sido posible gracias a los ministerios gaboneses de Defensa y de Agua y Bosques, con la ayuda de varios grupos de defensa del medio ambiente. Las selvas de Gabón son una reserva de especies protegidas como los gorilas y los elefantes africanos de bosque. Un diez por ciento del territorio total del país está ocupado por parques nacionales.
«El problema del tráfico y la caza furtiva de animales salvajes no es específico de Gabón. Estos traficantes especializados existen en todo el oeste y el centro de África», advierte Luc Mathot, del grupo Conservation Justice. Estos arrestos, en su opinión, «demuestran que impedírselo es posible con una aplicación efectiva de la ley», recoge la BBC de un comunicado de este grupo.
Los cazadores furtivos estaban en posesión de 12 pieles de leopardo, una parte de la piel de un león, un número indeterminado de pieles de serpiente y cinco rabos de elefante. WWF comunica que según lo previsto los detenidos comparecerán ante la Justicia esta misma semana.
«La gran colección de especies protegidas confiscadas en esta operación es altamente preocupante», ha señalado David Greer, encargado de grandes primates en África para WWF. Greer no recuerda que en los últimos diez años haya tenido lugar una redada de este calibre.
Los expertos aseguran que en las zonas rurales de África Central, la carne de animales salvajes proporciona el 80 por ciento de las proteínas en la dieta de la población. A esta circunstancia hay que sumar los mercados de partes de animales utilizadas en el ‘juju’ (magia negra) y para elaborar remedios de medicina tradicional.
ECOticias.com – ep