Un día necesario
La idea principal para la instauración del Día Mundial de las Ciudades es promover los intereses de la comunidad internacional, con la meta de conseguir una urbanización global sostenible, además de fomentar la cooperación tanto entre países como entre ciudades, con el fin de intercambiar conocimientos y lograr superar los desafíos que se les presentan.
Como cada año el Día Mundial de las Ciudades tiene un lema, que se genera desde la ONU (impulsora de la creación de esta fecha) y apunta a lograr soluciones de uno de los tantos problemas que enfrentan los centros urbanos y que para el año 2021 es: ‘Adaptar las ciudades para la resiliencia climática’.
Resiliencia climática
El desarrollo urbano en todo el mundo debe tomar en cuenta que, por culpa de las acciones antropogénicas el planeta está inmerso en una crisis climática, que afecta a la vida en todos sus aspectos, por lo que es fundamental adaptar los centros urbanos ya que la premisa es que: en una mejor ciudad se puede tener una mejor vida.
Los programas insignia de ONU-Hábitat apuntan a lograr asentamientos resilientes, especialmente para los sectores más vulnerables y desfavorecidos de la población. Además, tras la experiencia de la pandemia ha quedado en evidencia que, hay mucho para mejorar en el ámbito citadino, ya que la mayoría de las naciones está en riesgo de sufrir este tipo de situaciones.
Principales objetivos de 2021
Resultará fundamental aumentar la concientización acerca de la necesidad de adaptar las ciudades al cambio climático creando un sistema de resiliencia urbana. También deben gestionarse acciones climáticas locales y efectivas, mediante el conocimiento compartido y el intercambio de ideas y experiencias.
Unas ciudades más resilientes son imprescindibles para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de hecho, la meta 11b apunta a un aumento significativo del número de ciudades y de asentamientos humanos adaptados al cambio climático y con capacidad de resiliencia, para poder enfrentar y superar los posibles desastres (naturales, de salud, de corte antropogénico, etc.).
Las ciudades deben ser más verdes, con un mayor grado de versatilidad y adaptabilidad, deben incorporar infraestructuras que ayuden a que la movilidad sea sostenible, tienen que ser más resistentes y deben apuntalar la salud, el bienestar, el confort y un estilo de vida no destructivo de todos sus habitantes.
Por Sandra MG para ECOticias.com