Aprende y sorpréndete
3 superalimentos que quizá no conocías. Seguramente te sorprenda conocer la importancia y magnitud nutricional de estos superalimentos. Y no hay duda que alguno hasta lo has probado o lo tomas habitualmente. Y sin imaginarte sus enormes propiedades. El único consejo es que, en lo posible los consigas ecológicos. Y los vegetales, si son de cultivo local, mejor que mejor. Así te ahorras pesticidas, agroquímicos y huella de carbono por el transporte.
Semillas de cáñamo
Aunque poco conocida, la semilla de cáñamo es un estupendo superalimento. Constituye una auténtica bomba de nutrientes. Y sus beneficios para la salud son innumerables. El cáñamo es rico en fibra dietética, proteínas y ácidos grasos insaturados. Además, no tiene prácticamente calorías por lo que puede tomarse diariamente. E integrar dietas para adelgazar.
El contenido de omega-6 y 3 es muy significativo. Y el perfil de proteínas es muy alto, ya que el cáñamo contiene los nueve aminoácidos esenciales para el cuerpo humano. Además, es fuente de vitamina E, calcio, magnesio y potasio. Y resulta muy agradable de tomar, gracias a su textura crujiente y su agradable sabor.
Más allá de los excepcionales beneficios nutricionales, el cáñamo es uno de los superalimentos ecológicos por excelencia. Porque se cultiva sin fertilizantes químicos ni pesticidas. Básicamente porque no los necesita. Además, es una planta muy poco exigente. Por lo que puede crecer en cualquier parte del mundo. No necesita terrenos muy fértiles y se conforma con poca agua.
Germinados
Las semillas germinadas están llenas de micronutrientes. Destacan el calcio, el hierro, el zinc, el potasio y el magnesio. Pero la base del éxito de estos superalimentos también está en su gran aporte de antioxidantes. Estos brotes crujientes no solo son agradables de comer, versátiles y exquisitos. Sino que son concentrados de fibra, proteína y de casi todos los elementos necesarios para el organismo. 3 superalimentos que quizá no conocías.
Y si bien es muy fácil adquirirlos en bandejas, siempre y cuando sean ecológicos. Lo mejor es prepararlos en casa. Algo que además es muy sencillo. Solo tenemos que elegir las semillas. Pueden ser lentejas, alpiste, alfalfa, soja, rúcula y mucho más. El primer paso es lavarlas muy bien.
Luego colocamos unas cuantas en un frasco y lo cubrimos con una malla fina por la que no puedan colarse las semillas. Les ponemos agua y lo volcamos de lado para que solo quede una cantidad muy pequeña. El resto se escurrirá a través de la malla. Repetimos esta operación a la mañana y a la noche cuidando que las semillas nunca estén secas. En cuanto tengan brotes verdes, estarán listas para comer.
Miel
La miel es rica en antioxidantes y aporta varias vitaminas. Es una fuente importante de potasio. Y constituye la mejor alternativa natural y ecológica al azúcar. Que si es blanco refinado no sólo no posee ningún nutriente, sino que tiene agentes que son potencialmente tóxicos y cancerígenos.
La miel es un excelente prebiótico que equilibra la microflora intestinal. Además, es célebre por sus poderes antibióticos y curativos. Elegir una miel de procedencia local, ayuda a la proliferación de las abejas productoras. La desaparición de estos insectos polinizadores podría tener consecuencias desastrosas para la agricultura y los ecosistemas. Por lo que al consumir miel no solo elegimos un superalimentos muy potentes, sino que le hacemos un bien al medioambiente. 3 superalimentos que quizá no conocías.