La deforestación es un problema que afecta a casi todos los rincones del planeta. Este fenómeno producto de la falta de conciencia de los seres humanos, acaba con más de 25 mil millones de árboles cada año, por lo que se están buscando las mejores formas de reforestación y los drones parecen ser una buena solución.
El caso India
Cerca de Bangalore, India, en una zona de 10.000 hectáreas en la cordillera de Doddaballapur al norte de la ciudad, se está llevando a cabo un curioso experimento: se emplean drones para plantar árboles y recuperar áreas deforestadas, en zonas donde las pendientes son tan empinadas, que hacerlo a mano resulta una tarea casi imposible.
El profesor SN Omkar, científico jefe del Instituto Indio de Ciencias de Bangalore es quien dirige la experiencia de reforestación y explicó que: “tenemos planificado sembrar unos 3500 kilómetros anualmente y lo haremos durante tres años consecutivos”.
La gran ventaja de usar drones es que cada semilla, que está previamente envuelta en una cápsula de estiércol a modo de abono natural, puede geolocalizarse y de esta manera se sabe exactamente dónde cae. Una vez cada tres meses se sobrevuela la zona y se verifica dónde han brotado los árboles.
Los científicos llevan un cuidadoso registro de dónde brotan los árboles y lo comparan con el lugar donde cayeron las semillas, para determinar qué factores influyen en la reforestación y qué tipos de árboles reaccionan mejor a la siembra por drones.
Reforestar las selvas del mundo
BioCarbon Engineering es una empresa británica cuyo CEO Lauren Fletcher es un ex ingeniero de la NASA, que se ha impuesto como meta: plantar mil millones árboles al año. Y quiere comenzar a hacerlo en los lugares donde la deforestación tiene un impacto tanto local, como global: las selvas tropicales del sudeste asiático, las sudafricanas y el Amazonas en Brasil.
Su objetivo es “la restauración de los ecosistemas”, dice Fletcher, quien ve el trabajo de su compañía, como una forma de contrarrestar el negocio increíblemente eficiente de la tala de árboles, que ha acelerado la deforestación en las últimas décadas.
Las áreas boscosas resultan de la máxima importancia, tanto para los árboles como para la salud planetaria a largo plazo, por lo que es imprescindible contrarrestar activamente el Calentamiento Global, amortiguar la erosión del suelo y preservar los ríos, protegiéndolos del Cambio Climático y de los efectos de las acciones antropogénicas.
Fletcher se ha planteado también el empleo de drones para dejar caer las semillas, puesto que hay zonas en donde o es imposible que llegue el ser humano y se establezca sin dañar el Medio Ambiente o por la configuración de los terrenos, resulta una tarea demasiado ardua plantar los árboles a mano.
El CEO de BioCarbon Engineering ha explicado que: “los drones pueden ser una herramienta de reforestación muy efectiva, puesto que con ellos es fácil determinar la ubicación correcta y hacerlo en el momento adecuado”.
Fletcher se basa en cinco aplicaciones: la de Cartografía para recolectar la información sobre el área a sembrar, los Seedpods, que son biodegradables y están diseñados para ayudar a la germinación de las semillas, la “lluvia de semillas” en áreas predeterminadas por la cartografía para que los árboles crezcan mejor, el monitoreo para vigilar los resultados y la recopilación de datos, para mejorar el sistema de reforestación, en calidad y eficiencia.