La integridad de nuestro planeta está en riesgo por el calentamiento global debido a la contaminación generada por la actividad humana que emite cantidades enormes de gases de efecto invernadero. Pero, lamentablemente, desde el exterior también llegan otras clases de peligros, y recientemente, los 5 continentes fueron afectados por una grave amenaza que viene del Sol y que al parecer seguirá aumentando.
La humanidad estresa a la Tierra con la contaminación
La Tierra es un lugar privilegiado porque, gracias a su ubicación dentro del sistema solar, es el único lugar donde hasta los momentos se sabe que existen formas de vida inteligente por estos lados del universo. Sin embargo, con el aumento constante de la población humana y los crecientes requerimientos energéticos, está sometido a un gran estrés por la contaminación y la sobreexplotación de sus recursos.
Muchas de las acciones realizadas por la humanidad pueden producir un daño irreversible a todas las formas de vida existentes, y aunque algunos países están tomando las medidas pertinentes, todavía queda mucho por hacer. Pero ahora, también existen riesgos externos porque es posible que los 5 continentes puedan ser afectados por una grave amenaza que viene del Sol y que probablemente seguirá aumentando.
Las tormentas solares interfieren en los sistemas terrestres
Con la llegada de la etapa más activa del ciclo solar, que ocurre cada 11 años, diversos sistemas eléctricos y de comunicación están bajo amenaza en los 5 continentes. Esto se debe a que en estos momentos es cuando el sol sufre erupciones muy potentes que lanzan al espacio grandes cantidades de radiaciones de tipo ultravioleta y X a altas velocidades, que llegaron a la ionósfera en la atmósfera terrestre.
Una vez aquí, provocaron la ionización de esa zona, es decir, que los átomos que se encontraban allí quedaron cargados positiva o negativamente porque perdieron o ganaron electrones debido a la fuerza electromagnética de las radiaciones solares. Este fenómeno interfiere con la emisión de diferentes clases de radiaciones electromagnéticas, entre las cuales se encuentran las ondas de radio de alta frecuencia.
Estas experimentaron una interrupción que duró varios minutos el pasado 14 de mayo en América, Asia y Europa (lo cual estuvo asociado a estas misteriosas señales que logro la NASA descifrar su origen), en el momento en que la tormenta solar llegó a su punto culminante cuando alcanzó el nivel X2.7. Estas llamaradas solares se clasifican de acuerdo con su fuerza en A, B, C, M y X, una escala ascendente.
Este ciclo de mayor actividad solar se inició en 2024, y tuvo una erupción de categoría X9 en octubre que generó un aumento en las auroras boreales. El incremento de las llamaradas solares forma parte de su ciclo normal y apenas está empezando, por lo que todavía puede ocasionar algunos inconvenientes en diversos sistemas como la electricidad, los satélites o GPS, pero no constituye una amenaza grave.
Las erupciones solares no son una amenaza grave
Aunque la erupción solar ocurrida a mediados de mayo fue de alta magnitud, X2.7, eso fue algo inusual, pues en la mayoría de los casos no llega al nivel X. Por otra parte, los expertos indicaron que esta actividad no es una amenaza grave para el planeta, pues en octubre de 2024 hubo una de categoría X9.0, la mayor de este ciclo, y aparte de una breve interrupción de las radios de onda corta no hubo más problemas.
En conclusión, la llegada de la etapa más activa del ciclo solar, que ocurre cada 11 años, podría poner en riesgo diversos sistemas eléctricos y de comunicación en los 5 continentes, como lo demostró la interrupción de algunos minutos de la actividad de las ondas de radio de alta frecuencia ocurrida en mayo (otro hito que no será una amenaza pero donde saldrá una esfera al espacio con la misión de seguir al sol).