Sevilla es una de las ciudades españolas que mayor número de turistas recibe cada año, una ciudad perfecta para visitar en cualquier estación ya que luce espectacular en todas ellas, y sin duda ofrece muchos atractivos que merece la pena descubrir. Hoy te mostramos cuál es el edificio más bonito de Sevilla, una construcción que cuenta con reliquias de 4.000 años y que hoy en día acoge a una Familia Real… ¡tienes que visitarlo!.
Sevilla tiene un color especial
Ya decían Los del Río que «Sevilla tiene un color especial«, una canción que es toda una realidad y que hace que quien visite la capital andaluza se enamore de prácticamente todos sus rincones. Arquitectura, espacios naturales, cultura, tradiciones… Sevilla tiene mucho que ofrecer a todos sus visitantes, sean cuales sean sus gustos, edades o preferencias.
En el pasado 2023, casi 3 millones y medio de turistas visitaron Sevilla, una cifra que supone un incremento de casi el 13% con respecto al año anterior, en el que se superó por poco los 3 millones. Estos datos superaron incluso a los cosechados en 2019, el año anterior a la pandemia y que se cerró con 3.147.334 turistas en la ciudad hispalense, según cifras oficiales.
El Alcázar de Sevilla, el edificio más bonito de la ciudad
El Alcázar de Sevilla se construyó en su momento como una fortaleza en la que proteger a las autoridades musulmanas, y es actualmente el palacio real en uso más antiguo de Europa. Su amplia historia se refleja a la perfección en la variedad de su arquitectura, en la que se mezcla lo barroco con lo gótico, renacentista, mudéjar o romántico. Este lugar es uno de los más visitados de la ciudad, y sin lugar a dudas el edificio más bonito de Sevilla, el cual se puede visitar para disfrutar en persona de la espectacularidad que ofrece.
Esta fortaleza se comenzó a construir en el año 913, cuando el califa de Córdoba Abderramán III an-Nassir dijo que quería una nueva sede para su gobierno, y tras ese primer palacio llegaron los siguientes. Los primeros palacios son de estilo árabe, con una gran muralla, y años más tarde Alfonso X construyó el Palacio Gótico. A mediados del siglo XIV, Pedro I construyó el Palacio Mudéjar. Las diferentes construcciones reflejan sus diferentes estilos a través de las épocas que se fueron construyendo, y la influencia de las personas que estaban al mando.
El precio de la entrada en el Alcázar de Sevilla es de 13,50 euros, la entrada general, y puedes contratar una visita guiada para conocer todo con detalle o bien realizar la visita por tu cuenta. Este espectacular palacio te permite descubrir tanto sus jardines como sus estancias, trasladándote a su época de esplendor para echar a volar tu imaginación, siendo estos los puntos más interesantes para visitar:
- Palacio de Mudéjar: es uno de los más espectaculares entre todos los que forman el Alcázar, el más decorado y con más belleza, aunque esto último es más una cuestión de los gustos de cada uno. Sus estancias son pequeñas pero cuentan con muchísimo detalles en azulejos y yesería. Mención especial a zonas como la Alcoba Real, el Salón de los Embajadores y el Patio de las Doncellas, que es realmente espectacular.
- Palacio Gótico: el Salón de los Tapices y la Sala de las Bóvedas son sus dos estancias principales, con una decoración en el primer caso de 6 tapices enormes que muestran la Conquista de Túnez en 1535. Debajo del Salón están los baños de Doña María de Padilla, que son realmente un aljibe almohade.
- Jardines: los impresionantes Jardines de los Reales Alcázares de Sevilla son tan grandes que podrías pasarte horas en ellos y tener siempre un rincón más por descubrir. El Estanque de Mercurio y la Galería de Grutesco son dos de los lugares de obligada visita en los jardines.
- Sala de la Justicia: es la sala en la que se reunía el Consejo en la época islámica.
- Patio de Yeso: se construyó en el siglo XII con una piscina.
- Casa del Asistente: cuenta con varios patios.
Los palacios son construcciones espectaculares que siempre merece la pena visitar, como esta megaconstrucción en las montañas a la que sólo puedes llegar en barco.








