Generalmente, el progreso puede ser considerado como uno de los grandes beneficios que han aportado las ciencias y la industrialización a lo largo de muchas generaciones, sin embargo, existen algunos inventos que parecían innovadores, pero después se demostró que eran peligrosos. Por eso, ahora las mujeres embarazadas deben cuidarse de una de las mayores amenazas que podrían acabar con el futuro de la humanidad.
Existen nuevos factores de riesgo para la salud
Cuando se inició la era industrial, el carbón era el combustible que movía a todas las maquinarias, posteriormente fue desplazado por el petróleo y sus derivados, que pasaron a ser la fuente energética preferida a nivel mundial. Todo parecía ir muy bien, hasta que se descubrió que el uso de todos estos compuestos fósiles fue la causa principal del cambio climático que ha provocado tantos estragos en el medioambiente.
Y al igual que en el caso anterior, hay muchos otros productos que fueron creados con la mejor intención para brindar bienestar y comodidad, pero con el paso del tiempo, se descubrió que eran un factor de riesgo para la salud. Un ejemplo de esto es el hallazgo reciente que enciende las alertas en mujeres embarazadas enfrentando a una de las mayores amenazas que puede poner en riesgo el futuro de la humanidad.
Los PFAS llegan hasta límites insospechados
Una investigación llevada a cabo recientemente demostró que unos compuestos conocidos como Sustancias Perfluoroalquiladas y Polifluoroalquiladas (PFAS) son una de las mayores amenazas para el sistema inmune de los bebés en gestación. Eso se debe a que tienen la capacidad de pasar a través de la barrera placentaria para llegar directamente a ellos y, posteriormente, también los ingieren por medio de la leche materna.
Los PFAS son compuestos empleados para la fabricación de innumerables instrumentos de uso cotidiano, como implementos que se usan para cocinar, en el sector textil y hasta en la industria cosmética. Pero son productos que no se degradan y quedan durante mucho tiempo en el ambiente causando contaminación (como este enemigo invisible que podría ser causante de cáncer de pulmón)
El estudio se realizó en el Centro Médico de la Universidad de Rochester (URMC), Estados Unidos, donde analizaron la concentración de PFAS en 200 mujeres embarazadas sin problemas de salud. Luego, estudiaron las células sanguíneas de sus bebés al nacer, a los 6 y 12 meses, encontrando que ciertas poblaciones de linfocitos T estaban alteradas entre aquellos cuyas madres tuvieron mayores concentraciones de PFAS.
Las alteraciones disminuyeron los linfocitos T encargados de fabricar anticuerpos, lo que genera una mala respuesta a las inmunizaciones, mientras que los linfocitos T relacionados con la inmunosupresión, las enfermedades autoinmunes y las alergias aumentaron. Esto puso en evidencia que los PFAS constituyen una de las peores amenazas para la humanidad, porque deja sin respuesta inmune a las generaciones futuras.
Una de las principales amenazas para la salud
Los PFAS constituyen una de las mayores amenazas para la vida y la salud de las nuevas generaciones porque las madres están expuestas a ellos de forma constante. Sin embargo, pueden reducir su contacto con estas sustancias mediante algunas acciones como leer las etiquetas de los productos que adquieran para verificar que no los tengan, o usar implementos de cocina hechos de materiales libres de ese tipo de compuestos.
En definitiva, un estudio hecho en el Centro Médico de la Universidad de Rochester demostró que los PFAS son una de las mayores amenazas para la humanidad. Encontraron que los bebés de las madres que tenían las concentraciones más altas de esos compuestos, presentaban alteraciones en sus linfocitos T que los harán más susceptibles a padecer enfermedades autoinmunes (también hay que tener cuidado con estas bacterias extraterrestres).