Desde que el mundo es mundo, el dominio de los océanos siempre ha sido prioridad entre los países. Para lograr esto, se han valido de diferentes medios como grandes flotas de barcos que actúan en enormes extensiones de territorio marino. Pero se observa que en Asia está creciendo una fuerza imparable que es una de las mayores amenazas en los mares del mundo. Veamos cómo es esto.
Las disputas marítimas en Asia
El continente es escenario de reclamos marítimos muy intensos, como ocurre en casi todas partes del mundo con naciones que tienen costas, sin embargo, los que son más problemáticos pertenecen a los llamados mares de China Oriental y Meridional puesto que el gigante asiático reclama casi el 90 % de este territorio marítimo basándose en una línea denominada “los nueve puntos”.
La cual invade las Zonas Económicas Exclusivas de los países vecinos como son Vietnam, Malasia, Taiwán, Filipinas, Indonesia y Brunei. Con esta pretensión estaría apropiándose de ingentes recursos pesqueros y energéticos, además de dominar una de las rutas marítimas más concurridas de la región. A pesar de que el caso fue llevado en 2016 a la Corte Internacional de La Haya y esta decidió, los chinos simplemente ignoraron el fallo.
La fuerza que es una de las mayores amenazas marinas
Esta es una flota compuesta por 3000 embarcaciones que en apariencia se dedican a la pesca, no obstante, sus tripulantes no son pescadores de oficio sino que es un personal paramilitar entrenado en estrategias de amedrentamiento y combate que está uniformado con ropas de color azul, los cuales operan en las aguas de los mares del Sur. Por su aspecto los han bautizado como los “hombrecillos azules” de China.
En una investigación realizada por la ONG Environmental Justice Foundation, esta milicia es una de las más grandes del mundo, con sus barcos que tienen cascos de acero y se distinguen por estar pintados de azul. Sus tripulantes no son los típicos pescadores, sino que son veteranos de guerra que tienen profesiones como médicos, funcionarios del gobierno, constructores de naves, miembros activos del Partido Comunista, etc.
Su objetivo es el de vigilar y amedrentar los barcos extranjeros para así obtener el control de este territorio y darlo al ejército chino (a esto se le suma que el país asiático tiene la capacidad de detener la producción de más de la mitad de los productos tecnológicos a nivel mundial). La estrategia es utilizar para estos menesteres personal y embarcaciones de apariencia civil a fin de evitar la declaración de un conflicto.
Cuestión que sucedería si involucran directamente fuerzas militares. Su base de entrenamiento es en la localidad de Hainan donde el gobierno financia estos centros y a la vez incentiva la construcción de barcos con unas especificaciones especiales para el caso de que sean llamados en ayuda de los cuerpos marítimos militares regulares. Estos paramilitares trabajan para satisfacer las pretensiones expansionistas de Pekín en Asia.
Pero… ¿qué hacen los países vecinos?
Al ser, por lo menos oficialmente, estas embarcaciones civiles, no pueden ser bloqueadas por militares, especialmente en aguas internacionales que se encuentran en disputa, a menos que haya una agresión por su parte cuestión de la que se cuidan ya que solo atacan a barcos civiles. De todas formas, una coalición entre los países vecinos y Estados Unidos ha firmado un acuerdo de cooperación en Asia.
Concluyendo, una de las más grandes amenazas del planeta está creciendo en Asia con una fuerza que parece imparable. La misma es gobernada por China (lo que eleva el suspenso porque en secreto están desviando sus transportes de petróleo) con el fin de expandir sus territorios mediante el amedrentamiento y la amenaza con embarcaciones y personal con apariencia civil.