La industria de la construcción debe su desarrollo a la creatividad y la audacia de visionarios que se atrevieron a sobrepasar los límites de lo posible para realizar grandes obras, eso sí, manteniendo los pies muy firmes en la tierra. Pero Neom es un caso particular, fue un sueño que se alejó demasiado de la realidad y se convirtió en el mayor despilfarro de la historia, ahora hay varios factores que anuncian su fin.
Una visión futurista para ampliar sus ingresos
La realidad energética y económica del planeta se transforma de una manera tan vertiginosa que algunos recursos que habían sido muy apreciados hasta hace poco tiempo han venido perdiendo su valor de forma paulatina e incluso, ya empiezan a ser desplazados por otros. Esto ha alterado la economía de algunas naciones, principalmente en aquellas que dependen de un solo recurso para obtener ingresos.
Arabia Saudí ha decidido ampliar sus fuentes de ingresos, para lo cual ha creado la visión 2030 que, entre otras cosas, contempla la construcción de una ciudad futurista cuya finalidad es atraer diversas clases de turistas. Con esa idea se desarrolló el proyecto de levantar Neom, un sueño de grandes dimensiones que acabó por convertirse en el mayor despilfarro de la historia, y ahora varios hechos anuncian su fin.
Neom es una visión futurista imposible de realizar
Arabia Saudí planificó su Visión 2030, en la que se incluyó la construcción de una ciudad del futuro llamada Neom como una de sus mayores obras. Pero una vez iniciado el proyecto, sus dimensiones exageradas tuvieron que ser reducidas, el despilfarro fue disimulado manipulando los datos de contabilidad y a esto se suma la reducción de los precios del petróleo, por lo que probablemente no será terminada.
Al poco de iniciar la edificación de la ciudad, fue evidente que algunas de sus estructuras tenían unas dimensiones que difícilmente podrían adaptarse a la realidad, por no hablar de sus precios (incluso se decía que moriría antes de nacer), de forma que hubo que disminuir el tamaño de algunas o eliminarlas por completo. Respecto al manejo del presupuesto, presentaron la información procurando validar sus costos exagerados.
A todo eso hay que agregar un nuevo inconveniente que afecta la disponibilidad de recursos para continuar con la construcción, se trata de la baja de los precios del petróleo, que constituye la principal fuente de ingresos de Arabia Saudí. Todos estos acontecimientos contribuyen a complicar todo el panorama, y anuncian claramente que el sueño de construir Neom, una ciudad futurista, no se realizará.
Nuevos proyectos dejan atrás la ciudad del futuro
La disminución de los precios del petróleo se está convirtiendo en uno de los principales obstáculos para que Arabia Saudí pueda llevar a cabo los diversos proyectos enmarcados en la Visión 2030, cuya finalidad es incrementar sus ingresos a través del turismo y de su transformación en un centro mundial de tecnología. Se espera que el déficit causado por la baja del crudo sea de 27 mil millones de dólares en 2025.
Ante esos inconvenientes, optaron por propiciar la llegada de inversiones al recibir dos grandes eventos deportivos y una expo. Pero esto también significa que tendrán que dar prioridad a la construcción de las obras necesarias para su realización, dejando prácticamente en un segundo lugar a Neom, que ahora se define como un proyecto de largo plazo, pero al que todo apunta que jamás será completado.
Concluyendo, Arabia Saudí busca ampliar sus fuentes de ingresos a través del turismo y su desarrollo como centro mundial de tecnología, esto incluye a Neom, una ciudad futurista, cuya construcción ha sido obstaculizada porque sus estructuras están fuera de la realidad, sus costos son exagerados y la baja del petróleo redujo los recursos disponibles (se llegó a decir que era un gran fraude). Todos estos hechos anuncian que no se realizará.
