El cuidado del medioambiente es una prioridad en diversas partes del mundo, y hay investigadores que buscan la forma de darle un nuevo uso a los desechos para evitar que causen contaminación. Sin embargo, hubo un error de Apple que nos llevó al descubrimiento del siglo, y sacó a la luz el gran fraude del reciclaje.
Una ciudadana investiga lo que pasó con su basura
Cuando los encargados de llevarse la basura realizan su trabajo, se siente un gran alivio al liberarse de esa carga, y ya no se piensa más en eso. Pero una habitante de Houston se interesó por saber qué era lo que en realidad pasaba con sus desechos, y aprovechó la tecnología para hacerlo de una forma discreta y segura.
Se le ocurrió colocar unos AirTag de Apple en unas bolsas que llevó hasta el contenedor señalado específicamente para los restos de plásticos. Y para su sorpresa, el dispositivo indicó que simplemente los dejaban en un terreno al aire, lo que le permitió sacar a la luz el gran fraude del reciclaje.
La tecnología de Apple permite detectar un fraude
La mayoría de las personas confían en que la disposición de los diferentes tipos de desechos se hace de una forma correcta después de que ellos los colocan en sus respectivos lugares. Sin embargo, una residente de Houston decidió investigar si eso era cierto y descubrió el gran fraude que hacían con el reciclaje.
La ciudadana que protagonizó este caso se llama Brandy Deason, y decidió iniciar una investigación acerca del destino final que tendría la basura. Para hacerlo empleó un Apple AirTag, que se pega a un objeto que se desea mantener vigilado, y luego se localiza mediante el uso del dispositivo electrónico correspondiente.
En este caso, la investigadora puso varios de ellos entre sus desechos de plástico y los llevó hasta el contenedor adecuado. Posteriormente, al realizar su búsqueda, se encontró con que algunos sí llegaron a la planta de reciclaje, pero la sorpresa fue que la mayoría de ellos solo llegó hasta un lote al aire libre.
Y fueron los que recolectaba el programa Houston Recycling Collaboration, que los llevó hasta ese lugar que pertenece a Wright Waste Management. Esta empresa posee plantas de basura en Houston, pero no puede trabajar con plástico debido a que no pasó los controles de prevención de incendios.
Así que simplemente los dejaban en ese terreno, en cúmulos de hasta 3 metros de alto, donde solo se destruían. La curiosidad de esta residente de Houston, y su uso de la tecnología AirTag de Apple, permitió descubrir el fraude que cometió la compañía, al llevarse el plástico para luego destruirlo en vez de reciclarlo.
El retraso del reciclaje deja más basura acumulada
Desde un punto de vista estricto, se puede decir que la residente de Houston, que descubrió el fraude del reciclaje, cometió un error al usar el dispositivo de Apple para su investigación. Pero la importancia de su hallazgo está muy por encima de ese tipo de consideraciones, pues de otra forma todo seguiría oculto.
El caso es que el programa Houston Recycling Collaboration dejó más de 250 toneladas de plástico sin tratar en el lote de la empresa Wright Waste. Su excusa es que la compañía encargada del reciclaje aún no había puesto en marcha la planta para hacerlo (a pesar de las nuevas tarifas en vigencia a partir de abril).
En conclusión, una residente de Houston decidió investigar qué ocurría con sus desechos de plástico reciclable después de dejarlos en el contenedor, y puso entre ellos unos Apple AirTag. Con esto sacó a la luz el fraude del reciclaje (que es parecido al que comete España con sus desechos de plástico).