Asia se ha distinguido por tener muchas innovaciones, especialmente en temas referidos a las energías renovables y al reciclaje de los elementos referidos a ellas. Efectivamente, en la mayoría de los países esta cultura no está muy arraigada, quizás por la abundancia de recursos, mientras que en el continente asiático estos resultan escasos, por lo que deben importarlos. En este contexto te presentamos un proceso donde, después de que terminan su vida útil, son descuartizados y los convierten en una defensa contra un peligro considerable.
¿Sabes lo que hacen con las palas de las turbinas eólicas al finalizar su vida útil?
Las palas de los aerogeneradores son piezas muy resistentes que están hechas para soportar las duras condiciones climáticas de su trabajo, como los embates del viento en las grandes alturas. Están construidas con materiales como resinas y fibra de vidrio compactadas en una sola pieza para evitar que se partan mientras operan, por lo general, miden entre 50 y 80 metros de longitud.
Pueden llegar a pesar entre 10 y 20 toneladas y tener una vida útil de 25 a 30 años. En la actualidad, al finalizar este periodo, se procede a su desmontaje y son dejadas en grandes vertederos donde se van acumulando. Aunque es una forma muy rápida de disposición, no es sostenible por el impacto ambiental que producen y su volumen, que es muy grande. Pero Asia parece haber dado con la solución perfecta.
Asia las esta descuartizando luego que el tiempo les gana y los transforma en mayor defensa
Un equipo de científicos del Research Station of Gobi Desert Ecology and Environment que está suscrito a la Academia China de Ciencias ha dado con un nuevo uso a las viejas palas de los aerogeneradores. Este país de Asia, que es China, las transforma en la mayor defensa contra el peligro del avance de la desertificación de las zonas donde se ubican la gran mayoría de los parques eólicos.
Estas áreas desérticas pertenecen a la región oeste del gigante asiático y también están combatiendo este flagelo colocando paneles solares que benefician el suelo. El proceso de transformación es muy sencillo, ya que una vez que son desinstaladas se procede a perforarlas y a cortarlas para hacerlas muy porosas. De esta forma, se controla el viento que las atraviesa, a la vez que se modifica su flujo y la arena es capturada.
Diversas pruebas realizadas en los laboratorios de Asia han arrojado excelentes resultados, pues señalan que son muy resistentes al roce continuo de la arena, a la radiación ultravioleta y a altas temperaturas. Por otra parte, son 15 veces más sólidas que las barreras hechas de madera compuesta, asimismo, simulaciones digitales han dicho que se mantienen por muchos años a diferencia de las convencionales barreras de caña o paja.
Un proyecto para resolver un grave problema
El coloso de Asia estima, dentro del 15º Plan Quinquenal 2025-2030, desmantelar por encima de los 1,5 MW al año por fin de vida útil de las turbinas eólicas. Este enorme número supone un gran problema de tipo ambiental por el volumen de residuos, por lo que el uso de las palas como barrera contra la desertificación es una gran solución. Si además son usados allí mismo donde se producen, se estaría ahorrando el transporte, haciendo aún más sostenible el proceso.
Por otra parte, estas barreras también brindan una protección confiable a muchas comunidades contra las tormentas de arena, las cuales tradicionalmente afectan sus siembras y oasis. Un ejemplo lo representa el territorio de Dunhuang que se encuentra cerca del desierto de Kumtag y que está continuamente amenazado con que este último cubra sus oasis, que apenas son el 5 % de su área.
En conclusión, Asia ha encontrado un nuevo uso para las aspas de los aerogeneradores desmontados al transformarlas en la mayor defensa contra el peligro de la desertificación. Para ello las descuartiza cortándolas y perforándolas para hacerlas porosas, se está estudiando hacer lo mismo con un buque de renovables una vez que termine su vida útil. En las pruebas realizadas, estas barreras hechas a partir de las aspas de las turbinas eólicas son muy resistentes a las condiciones climáticas del desierto, además, brindarán gran beneficio a las comunidades al defender sus sembradíos contra las tormentas de arena.