El despegue con las ayudas del coche eléctrico está siendo más pausado de lo previsto, lo que ha llevado a los principales actores de la industria a urgir al Gobierno en busca de respaldo financiero y beneficios fiscales que impulsen su adquisición. Sin embargo, este mismo tiene la intención de reducir estos respaldos en los próximos dos años.
Las ayudas al coche eléctrico se acaban: el Gobierno afirma que es demasiado tarde
La Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive) ha planteado recientemente sus propuestas para una guía estratégica de la movilidad eléctrica. Sus principales reclamaciones se enfocan en el ámbito económico y en las facilidades fiscales. Consideran como una medida a corto plazo la aprobación de nuevos programas Moves dedicados a la movilidad eléctrica. No obstante, señalan la importancia de simplificar y actualizar estos programas para evitar las complicaciones actuales. Próximamente, los expertos esperan avanzar hacia un incentivo tributario duradero y claro; quitar el cargo del Impuesto de Actividades Económicas en los puntos de carga; y ajustar el impuesto al momento de matricular.
Las aspiraciones de prolongar las ayudas a los coche eléctrico se contraponen a los planes del Ministerio para la Transición Ecológica. Desde la primera versión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), se ha dejado claro que estos subsidios no tendrían una duración extensa. Esta postura ha sido reafirmada en el último borrador, el cual, con la aprobación de la Comisión Europea, será el documento definitivo.
En el período 2025-2030, el registro indica que se anticipa alcanzar la paridad de precios en vehículos ligeros, eliminando la necesidad de apoyo público para su compra. Sin embargo, se subraya que será esencial contar con una asignación presupuestaria para promover el despliegue de infraestructuras de recarga.
Obstáculos en la ruta hacia la movilidad eléctrica: Descontento, inversiones y medidas fiscales dolorosas
Desde Aedive señalan que la comparación de costos entre el coche eléctrico y el de combustión ha disminuido en aproximadamente un 50 % en el último tiempo. Algunos análisis incluso sugieren que el gasto total en un coche eléctrico es ahora inferior al de combustión, gracias a menores desembolsos por repostaje y mantenimiento al comparar modelos similares. No obstante, el Gobierno señala que barrera principal para muchos ciudadanos sigue siendo la inversión inicial necesaria para la compra de un coche eléctrico.
Se han implementado algunas medidas fiscales para abordar este problema. A través del Real Decreto-ley 5/2023 de medidas anticrisis, se estableció una deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) del 15% del valor de adquisición de vehículos eléctricos nuevos. Es importante destacar que esta ayuda no impacta directamente en el momento de la compra, sino que se refleja en la declaración de la renta, lo que dificulta su aplicación y hace que el ciudadano no experimente una reducción visible en el precio de adquisición, disminuyendo así el impacto incentivador de la medida.
Las grandes empresas, preocupadas: las pérdidas van a ser millonarias
En una reciente encuesta sobre el ‘Anuario de Movilidad Eléctrica 2022-2023’ de Aedive revela que el 41% de los usuarios no ha solicitado las subvenciones. Del 59% que lo hizo, en dos de cada tres casos, el pago llegó un año después. El 42% espera entre uno y dos años para recibir las ayudas, y en el 20% de los casos, la demora supera los dos años. Solo el 2% considera que el programa Moves es adecuado para incentivar la compra de vehículos eléctricos, mientras que el 62% cree que necesita mejoras y el 33% lo ve directamente inapropiado.
Un amplio número de consumidores insatisfechos piden al Gobierno simplificar la burocracia del plan Moves y convertir las ayudas en pagos directos al comprar un coche eléctrico. El 40% enfrenta dificultades en el proceso de tramitación. Hasta ahora, se han asignado más de 616 millones de euros a unos 18,000 beneficiarios. El Moves proporciona ayudas de 4,500 a 9,000 euros para vehículos eléctricos y hasta 5,000 euros para híbridos enchufables, junto con bonificaciones para infraestructuras de carga.













