Las baterías de litio han experimentado un crecimiento asombroso durante los últimos años —todo sea por el coche eléctrico—. Sin embargo, todos estamos de acuerdo en que no solo son contaminantes, también son ineficientes comparadas con otras. Justo ahora, llega la solución: este derivado del diamante va a multiplicar la autonomía de los vehículos (igual que este combustible futurista que ha causado sorpresa).
Las baterías de litio, a punto de desaparecer: estamos consumiendo los últimos recursos
El litio ha sido el material clave de las baterías de iones de litio, las cuales se han convertido en un componente esencial de muchos dispositivos electrónicos como teléfonos, laptops y vehículos eléctricos. Sin embargo, en los últimos años ha surgido una creciente preocupación por la escasez de este recurso.
Las reservas mundiales de litio son limitadas y se concentran en muy pocos países como Chile, Argentina, Australia y China. A medida que la demanda de baterías de litio se dispara, se estima que la producción no será capaz de seguir el ritmo.
Algunos expertos advierten que el pico de producción de litio podría alcanzarse en esta década, provocando un déficit sustancial en la oferta. La escasez tendría graves consecuencias para la industria de vehículos eléctricos, celulares inteligentes y el almacenamiento de energías renovables.
El incremento de los precios del litio reduciría la viabilidad económica de estas tecnologías. Por ello, diversas compañías e instituciones están buscando materiales alternativos para reemplazar al litio en baterías. Dicho de otro modo: cada vez tenemos menos, pero necesitamos más.
El derivado del diamante que va a servir para las próximas baterías
El grafito es un material compuesto principalmente de carbono que se empezó a utilizar en aplicaciones industriales hace siglos. Recientemente, ha surgido como una alternativa prometedora a las baterías de iones de litio debido a varias ventajas clave:
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Capacidad de almacenamiento de energía: El grafito puede almacenar grandes cantidades de iones de litio entre sus capas, lo que le permite almacenar más energía que otros materiales. Esto significa que las baterías de grafito pueden ofrecer mayor autonomía.
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Conductividad eléctrica: El grafito es un buen conductor eléctrico, lo que mejora el rendimiento y la velocidad de carga y descarga. Las baterías de grafito transmiten la electricidad de manera más eficiente, lo que se traduce en un mayor número de ciclos y un menor rango de ansiedad (recordarás lo que es).
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Bajo coste: El grafito es mucho más barato que el litio y otros materiales usados en baterías. Esto reduce los costes de producción significativamente. ¿Lo mejor de todo? Que los automóviles tendrán materias primas más baratas, así que no se encarecerán tanto.
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Cantidad suficiente: El grafito es uno de los materiales del carbono más abundantes, lo que asegura el suministro a gran escala. No sufre de limitaciones como el litio, aunque siempre debes tener en cuenta que no es un recurso sostenible, ni mucho menos renovable.
Las baterías de grafito son un paso más, pero no la solución definitiva
La principal limitación del grafito es la dificultad para extraerlo y purificarlo a escala masiva. A diferencia del litio, el grafito no es un elemento químico sino una forma alotrópica del carbono. Se encuentra en la naturaleza en depósitos de baja ley, lo que dificulta su extracción rentable.
Además, el grafito natural contiene impurezas que deben eliminarse mediante un costoso proceso de purificación. Esto encarece mucho su producción comparado con el litio. Conseguir grafito de alta pureza y a precios competitivos es todo un reto.
Una vez más, encontramos un prometedor sustituto de materiales contaminantes, pero no había sido el caso con las baterías de litio hasta ahora. ¿Qué te parece cómo vamos a multiplicar la autonomía de los vehículos? Esta era una de las principales demandas, y ha quedado aniquilada de un plumazo. Eso sí, quizá veamos que los coches del futuro ni siquiera la necesiten, visto este que desafía las leyes de la física.
