El mundo siempre nos guarda grandes sorpresas sobre todo cuando nos referimos al subacuático donde podemos encontrar especies que solo podríamos imaginar. Lo curioso es que estos especímenes poseen características que los hacen muy notables tanto por su aspecto como por sus particularidades. Como ejemplo te traemos esta bestia marina de 500 millones de años que encontraron buscando donde no debían.
La arqueología marina: una disciplina apasionante
Esta es una disciplina muy especializada que se orienta en el estudio de seres marinos ya extintos, en forma de restos fosilizados para determinar sus características que les permitieron vivir en épocas pasadas, así como la manera en que han evolucionado para llegar a ser los organismos modernos. Estos especímenes son encontrados en zonas secas y sumergidas, dependiendo de los cambios en el nivel de las aguas.
Que han tenido lugar en diferentes sitios. Entre sus objetivos se encuentra la comprensión de cómo ha sido el proceso evolutivo de las especies marinas y extinciones masivas de los ecosistemas de eras pasadas y la obtención de datos sobre cambios en los niveles de las aguas causados principalmente por el cambio climático. Recientemente, se han descubierto los restos de una asombrosa bestia marina.
Una bestia marina que parece un monstruo de pesadilla
Un equipo de científicos de los museos Real de Ontario y de Manitoba de Canadá ha descubierto, en el gran depósito prehistórico de Burgess Shale, los restos fosilizados de una bestia marina que vivió en el periodo Cámbrico, es decir, hace exactamente 506 millones de años. La misma ha sido bautizada como Mosura fentoni y su tamaño aproximado es el de un dedo índice, por lo que es muy pequeño.
Pero lo más asombroso es su anatomía, ya que posee garras que son espinosas y articuladas, su cuerpo tenía aletas laterales que le permitían una gran habilidad natatoria, una boca de forma circular llena de dientes y tres ojos, siendo este último rasgo el más impactante (por cierto que España posee una reserva submarina recién descubierta). Todo ello hacía que este animal fuera uno de los privilegiados en los océanos prehistóricos.
Los expertos han ubicado a este animal prehistórico en la especie de los radiodontas, que son artrópodos ya extintos a los que también pertenece el conocido Anomalocaris canadensis. Asimismo, este animal posee un rasgo que no poseen otros miembros de su grupo como lo es que en su parte posterior tiene una estructura similar a un abdomen compuesto por 16 elementos muy duros con branquias.
Se presume que la bestia marina utilizaba esta estructura para hacer más eficiente la respiración. Por otra parte, los expertos en animales marinos destacan que esta particularidad señala una evolución del tipo convergente que es similar a la de otras especies de animales modernos entre los que están las cochinillas, insectos y cangrejos herradura que poseen este rasgo aunque más desarrollado.
El lugar donde se encontró: buscaron donde no debían
Se dice que esta bestia marina se encontró gracias a que buscaron donde no debían porque se suponía que pertenecía a otro tipo de hábitat. Este sitio, que pertenece a los parques de Kootenay y Yoho en Canadá, fue declarado en 1980 por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad por su magnífica preservación de distintos fósiles, lo que lo ha hecho una fuente de información muy valiosa respecto a la evolución de la vida marina.
Como conclusión, encontraron una bestia marina que vivió hace 506 millones de años en un sitio donde no debían (este descubrimiento es tan relevante como este océano masivo en las profundidades de nuestro planeta). Sus características únicas como tres ojos y una estructura muy desarrollada, para la época, que hacía más eficiente la respiración, hace de esta especie muy especial.