China está intentando ser el país que lidere diferentes sectores productivos a nivel mundial y lo está logrando en algunos campos. Entre ellos se cuentan la generación de energía renovable, la extracción de tierras raras, la producción de baterías y coches eléctricos, entre otros. Pero, en los casos donde no poseen los recursos minerales suficientes como el petróleo y el gas natural, procuran obtenerlos del exterior por importaciones masivas. Siguiendo esta línea, te presentamos el caso donde está acaparando uno de los recursos que son medulares para la transición.
La utilidad de este metal en el mundo moderno que China ha decidido acaparar
En la actualidad, este es uno de los metales de mayor importancia para el proceso de transición energética que lleva el mundo hacia fuentes que sean limpias y renovables. Debido a su alta conductividad térmica, sumada a su ductilidad, lo hacen indispensable en la industria tecnológica. Asimismo, como tiene una muy baja resistencia al paso de la corriente, es muy utilizado en la fabricación de cableado y componentes electrónicos y eléctricos.
Además su alta capacidad de resistir la corrosión, ser muy económico y duradero, lo hacen ideal para formar parte de máquinas eléctricas como motores y transformadores de alta y baja capacidad. Pero también es insustituible en la fabricación de componentes para la generación de energía renovable, como los paneles fotovoltaicos y turbinas eólicas e hidráulicas, terreno donde China está muy avanzada.
China se hace de este mineral que es medular para el futuro de la humanidad
Desde hace algunos meses se ha venido notando que China está acumulando cobre en forma masiva, de hecho, casi la mitad de la producción mundial está cayendo en manos del gigante asiático. Esto no solo tiene que ver con la transición energética o usos alternativos industriales, sino que también obedece a una estrategia para establecer un monopolio para dominar este mercado en unos pocos años.
Puesto que ya maneja el 50 % de las refinadoras. Este es un problema muy serio porque es claro que quien controle estas instalaciones dominará el proceso de transición energética que lleva adelante el planeta. El uso de este metal resulta básico, a pesar de que se ha anunciado un proyecto donde el cobre sería sustituido en los vehículos eléctricos. Es de destacar que la nación consume poco más del 42 % de la producción mundial.
Aunque solo tiene un 4 % de las reservas, en el 2024 encontró yacimientos muy ricos en el Tíbet, lo que le permitió crecer un 5,1 % en producción ese año. La estrategia de China es comprar todo el cobre que pueda, incluido en chatarra, y luego proceder a su refinado con su enorme infraestructura que es de bajo costo. De esta forma, creará un cuello de botella para convertirlo en arma geopolítica.
Pero no todo es favorable con este método
Este acaparamiento lo usa China para enfrentar un posible bloqueo naval, por parte de los EUA, de sus rutas para comerciar este metal con sus principales proveedores que son Australia, Perú y Chile. Aunque en los últimos meses ha establecido numerosas alianzas comerciales con Afganistán, con quien pudiera extender estas relaciones hacia el cobre, pues posee grandes yacimientos. Así se convertiría en su principal proveedor por vía terrestre.
Adicionalmente, esta estrategia también tiene un costo económico muy alto, ya que tiene una estructura que le otorga una gran capacidad de refinado, pero poca cantidad de materia prima. De hecho, hay muchas fábricas que han suspendido operaciones o han cerrado temporalmente, por lo que el coloso de Asia seguramente seguirá acaparando este mineral. El mundo deberá estar ojo avizor si no quiere que una crisis le explote en la cara.
Concluyendo, desde hace varios meses se ha venido observando que China está acumulando uno de los minerales que es protagonista para la transición energética, como lo es el cobre. Debido a su gran importancia en sectores como la electricidad y la electrónica, aun cuando ya lo están despidiendo como conductor de la energía. Posee una gran capacidad de refinado que también podría jugar en su contra por la escasez de materia prima, ya que se debe recordar que tan solo tiene un 4 % de reservas. Por otra parte, importa más del 42 % de toda la producción del planeta.