China es uno de los países que más ha avanzado en innovaciones tecnológicas en todos los sectores, desde la fabricación de vehículos eléctricos hasta la implementación de grandes sistemas de energía alternativa, entre otros. Sin embargo, el gigante asiático tiene el problema de que constantemente es una amenaza para el resto de los países. Ahora asusta al mundo al lograr una letal combinación. Vamos a ver de qué se trata.
La inteligencia artificial: una nueva forma de razonamiento con ayuda de las máquinas
Esta consiste en un software que realiza tareas que, generalmente, requieren el concurso de la inteligencia humana, en lo concerniente a la toma de decisiones ante situaciones programadas e imprevistas, la resolución de problemas, entre otros en tiempo real. Igualmente, cada uno de estos programas tiene gigantescos volúmenes de datos que manejan de forma muy rápida gracias a complejos algoritmos.
Estos últimos son utilizados durante el entrenamiento, el cual es un proceso donde aprende a llevar a cabo tareas de acuerdo a los datos que recibe. Este es muy importante, pues será el que defina la orientación de la Inteligencia Artificial dándole su enfoque específico, el cual puede ser uso académico, científico y de investigación, recreativo, militar, etc. En el caso de China, también está orientado a corregir posibles errores.
China ha dado con una combinación letal que puede cambiar el equilibrio militar del mundo: los drones y la Inteligencia Artificial
China tiene una de las mayores empresas fabricantes de drones del mundo, DJ que acapara el 80 % del mercado mundial. Recientemente se ha enfocado en un nuevo negocio: la fabricación de drones para aplicaciones militares, pero los científicos chinos han ido más allá al ampliar dramáticamente sus capacidades para la batalla al incorporarle Inteligencia Artificial, específicamente, el lenguaje avanzado DeepSeek.
Una de las ventajas de este modelo, creado por el gigante asiático, es que es muy eficiente desde el punto de vista de la informática (un modelo similar fue el usado en la creación de los robots indestructibles). Esto porque requieren muchos menos recursos que cualquier otra, lo que facilita su incorporación a las pequeñas plataformas de los drones, mejorando su desempeño en el campo de batalla y en misiones de observación.
De hecho, un equipo de científicos adscritos a la Universidad de Shanghai ha logrado la integración de este lenguaje en drones orientados para la guerra y en diversas pruebas realizadas se observó una mejora significativa en su capacidad y tiempo de respuesta ante situaciones surgidas de forma abrupta, así como en su inteligencia para la toma de decisiones en los casos de misiones de destrucción de vehículos enemigos.
En este sentido, igualmente los drones de China equipados con IA han demostrado una excepcional capacidad para la identificación de objetos, actividades o individuos grabándolos en secuencias de videos o fotografiándolos, dándoles una gran versatilidad en la vigilancia oculta de actividades. Por otra parte, esta combinación les dota de una autonomía muy superior a la de sus similares que no incorporan este software.
La IA permite la coordinación entre grandes enjambres de drones
Uno de los avances más importantes de China en este campo es la coordinación de grandes enjambres de drones, ya que en las pruebas con DeepSeek se verificó que actúa como “inteligencia compartida única”. Con esto se quiere decir que todos los drones que comparten esta plataforma y son adecuadamente programados se comportan como un solo cuerpo y, a su vez, pueden actuar como una unidad independiente.
En conclusión, China ha hecho una de las combinaciones más letales de la historia: drones de guerra e Inteligencia Artificial (de hecho, esta mezcla ya funciona en las fábricas con enjambres de robots). La misma tiene asustados, y con razón, a los países del mundo, sobre todo porque pueden actuar como uno solo o de forma independiente para destruir objetivos militares.