China y Estados Unidos mantienen una rivalidad sin precedentes que ha ido hasta terrenos impensados donde la carrera es, a veces, contra reloj. Como ejemplo te traemos esta lucha por controlar la gravedad y está claro que ambos países están enterados de algo que el resto no sabe. Veamos de qué se trata.
La gravedad como factor principal para resolver un gran problema global
La energía eólica y solar, las renovables más utilizadas en el mundo, tienen el problema de ser estacionales, es decir, que su generación depende de factores climáticos. Por ello se necesita un elemento que las almacene en momentos de alta producción para ser utilizado en periodos de escasez.
La solución a este dilema radica en las baterías de gravedad. Su funcionamiento básico consiste en que, utilizando la energía renovable, se levante un peso el cual se deja caer cuando se requiera, transformando la energía potencial en eléctrica. Una empresa está terminando dos unidades en China y en Estados Unidos.
China y los Estados Unidos: están compitiendo con baterías de gravedad
La compañía emergente con sede en Suiza llamada Energy Vault, que se dedica a la investigación y construcción de estructuras de energías renovables, está terminando dos unidades de baterías de gravedad, una en Texas, Estados Unidos y la otra muy cerca de Shanghái en China, países que compiten por su dominio.
Esta competencia se hace cada vez más dura (tanto así que los EUA están alerta ante la construcción de portaviones terrestres por parte de los chinos). Uno de los parámetros más importantes de este sistema es que resulta independiente de la topografía del terreno escogido para su asentamiento.
Por lo que puede ir en cualquier sitio que tenga la superficie requerida. Adicionalmente, la empresa usa un método poco ortodoxo pero muy efectivo a fin de generar la energía potencial necesaria: ha sustituido el agua de una represa convencional por ladrillos compuestos que han sido patentados por ellos mismos.
Los cuales se forman con polímero y cemento mezclados con materiales de reciclaje y de muy bajo costo como son cenizas de carbón y madera, relaves mineros, tierra, desechos urbanos y domésticos que han sido incinerados, entre otros.
Cada uno de los ladrillos tiene un peso aproximado de 35 toneladas métricas y su diseño corresponde a una agilidad suficiente de compresión y una gravedad específica que es del doble de la del agua. El sistema contempla la combinación de una torre alta que soporte el peso y volumen de estos bloques.
Cuando hay excedente de energía, bien sea por viento o luz solar, la misma se usa para mover una grúa que sube los bloques hasta una altura de 35 pisos, allí permanecen suspendidos hasta que se requiera la energía eléctrica.
En ese momento, estos pesos se bajan a gran velocidad y tiran de cables que mueven grandes turbinas de generadores que producen electricidad. De acuerdo al fabricante, tanto los bloques de Estados Unidos como de China tendrán capacidad para almacenar 80 MWh pudiéndolos liberar en unas 8 a 16 horas.
Los proyectos en ambos países: son muy importantes para el mundo energético
En China, el proyecto consiste en una estructura de 400 pies de alto que tendrá una capacidad de 30 MWh para la empresa China Tianying. Mientras que en los Estados Unidos será para la compañía Enel con una infraestructura de 140 metros de altura y una capacidad total de 36 MWh.
Concluyendo, en China y los Estados Unidos están por completarse sendas instalaciones de batería de gravedad, por lo que están compitiendo en este sector (aunque en territorio chino se está construyendo otra de 100 MWh pero podría salir mal). Lo que ellos saben y los otros no es sobre los pesos usados.











