En la búsqueda de fuentes de energía que sean limpias y sin emisiones de gases de efecto invernadero, los países están enfocados en aquellas que son no convencionales y que consiguen un apoyo externo. China ya ha utilizado el auxilio que le dio una inteligencia superior para logar una fuente que es inagotable. Observemos en qué consiste este hito.
Una técnica revolucionaria de obtener energía
Este es un proceso revolucionario en el que se fusionan núcleos de elementos muy ligeros como son el tritio y el deuterio dando como resultado un núcleo pesado y generando mucha energía. Presenta muchas ventajas frente a la fisión, que es la técnica para producir fuerza nuclear actualmente utilizada, entre ellas el tritio, que se obtiene del litio dentro del mismo reactor mientras que el deuterio abunda en el agua salada.
Por otra parte, no deja desechos altamente radiactivos y tiene una vida media muy corta, siendo el principal el helio en forma de gas que no produce daños en el ambiente. Es el método que usan las estrellas y nuestro Sol para producir luz y calor en el espacio, sin embargo, no se ha podido replicar en la Tierra porque necesita condiciones muy extremas de presión y temperatura, pero China parece que lo está logrando con el proceso de fusión nuclear y una ayuda poco convencional.
La ayuda obtenida por China en su investigación
Recientemente, un grupo de científicos pertenecientes al Instituto de Ciencias Físicas de Hefei de la Academia de Ciencias de China ha publicado en la revista virtual Nuclear Fusion and Plasma Physics y Controlled Fusion que ha creado dos modelos de inteligencia artificial (IA) aplicados a sus investigaciones sobre fusión nuclear. Las mismas le permiten una notable mejora en la seguridad y eficiencia de sus experimentos.
Estas IA podrían ser la gran solución a la actual crisis energética (su uso significaría un avance que adelantaría la construcción del primer reactor). El primer modelo pone en práctica el método de árboles de decisión, lo que la hace una forma que predice aquellas interrupciones en el plasma que son causa de inestabilidad. Por otra parte, también suministra datos sobre lo que provocaría dicha suspensión.
En las pruebas, la IA se anticipó al evento en 137 ms con un nivel de exactitud del 95 % emitiendo así una alerta. El otro modelo se basa en una forma de aprendizaje que es multitarea para el monitoreo del plasma, lo que le permite la identificación de las cualidades funcionales y los halla en la parte ELM o borde. De esta forma incrementa la precisión y velocidad con respecto a los métodos convencionales.
En las pruebas hechas por China encontraron que esta IA amplía la confiabilidad del reactor en su funcionamiento ininterrumpido con un nivel de veracidad del 97 % en la categorización del estado del plasma en cada momento del proceso. Ambos modelos trabajando de forma coordinada constituyen un avance que es muy importante para hacer inteligentes los sistemas de control de los futuros reactores de fusión.
En España también se está avanzando en esta área
No solo en China se están produciendo hallazgos en este sentido, pues España también está realizando avances, con un trabajo conjunto de IBM y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas o CIEMAT quienes utilizan IA del tipo regenerativa que se aplica en los diversos procesos en el reactor TJ-II que es un equipo experimental ubicado en Madrid.
En conclusión, China se acerca cada vez más a la consolidación de su tecnología de fusión nuclear (será la primera en lograr este proceso que antes era de los Estados Unidos) al crear dos modelos de IA que le dan mayor confiabilidad, seguridad y precisión. España ha conseguido, igualmente, avances en esta tecnología por los esfuerzos coordinados de IBM con los del CIEMAT en el equipo TJ-II que es un reactor experimental que se ubica en Madrid.