Cuando se habla de innovación de tecnología, es difícil no pensar en China y sus planes de dominación en este sector que está consiguiendo realizar inversiones que le aseguran un monopolio de las materias primas, no solo en su procesamiento, sino en la extracción de minas de todo el mundo. Como ejemplo tenemos el caso de Amazonas, donde el gigante asiático se adelantó a los Estados Unidos.
La más importante materia prima para la transición energética: las tierras raras
Este es un grupo que está compuesto por 17 minerales que comparten diversas propiedades que son muy similares. Juegan un papel protagónico en la fabricación de equipos electrónicos y para la transición energética. Resultan fundamentales en la fabricación de TV, monitores, smartphones, lámparas LED, convertidores catalíticos, baterías para coches eléctricos y para el almacenamiento energético a gran escala, etc.
Aunque su nombre pareciera indicar lo contrario, en realidad no son raras y se consiguen por todas partes, pero el problema es que no se encuentran en concentraciones suficientes para que sea explotable desde el punto de vista financiero, por lo que su extracción es compleja. China es la nación dominante en el mercado de su explotación y refinamiento, con entre el 70 y el 80 % a nivel mundial.
Brasil posee un yacimiento que es el único que puede competir con los del gigante asiático
Hay una mina llamada Serra Verde que se encuentra en Brasil, que expone un filón de tierras raras concretamente en el estado de Goiás y que, en la actualidad, es la única productora a gran escala fuera de los límites de China. De ella se extraen tierras raras del tipo pesado que están en una arcilla particular que es conocida como “ionica”. Esta es una clase que es mucho más sencilla de procesar.
Esto porque no requiere trituración, al contrario de la roca dura que necesita ser machacada. Este tipo de mineral es utilizado específicamente en la construcción de imanes permanentes que forman parte de aerogeneradores y coches eléctricos e híbridos. Durante los años 2013 y 2014, esta mina recibió un financiamiento de 150 millones de dólares por parte de los Estados Unidos a través de varias empresas.
Pero cuando Estados Unidos tomo posesión de esta mina, se llevó una gran sorpresa, y es que la misma era de ellos pero su producción contractualmente ya estaba comprometida con China hasta el 2027. Entre las razones que llevaron a los brasileños a tomar esta decisión, está que el país asiático es el único con la tecnología y capacidad industrial para aislar y procesar las diferentes tierras raras extraídas.
Del mineral de arcilla que las contiene. De hecho, a partir de la fecha en que recibió el financiamiento, el proyecto tardó más de ocho años en ser una realidad por algo muy sencillo: nadie tenía la capacidad de refinar las tierras raras que se extraerían aparte de China, por lo que era probable que nadie los comprara. Ahora, muchos quieren estos minerales pero solo como elemento de negociación.
Esta no es una situación que sea única
Este caso de dependencia en la extracción de las tierras raras pesadas, se ha ido repitiendo alrededor del mundo (de hecho, el gigante asiático se prepara para dominar la Tierra con este mineral). Como ejemplo se tiene el caso de MP Materials, una compañía minera de los Estados Unidos la cual separa tierras raras ligeras extraídas en California pero que vende el 80 % de su producción a China, ya que corresponde a este mineral de tipo pesado.
Concluyendo, China quiere el monopolio del oro blanco a nivel mundial y lo está logrando (tal y como va en camino a ser líder en el sector de la energía nuclear), pues hizo un estupendo trabajo a largo plazo para lograr tener la hegemonía en el refinado de las tierras raras pesadas. Esto ha hecho que el mundo entero dependa de este país asiático para el suministro de este material que es medular para la transición energética.