Hacia fin de año, la Navidad ofrece al mundo un momento destinado a compartir con los seres queridos y a reflexionar en torno a dos valores esenciales: el amor y la paz. España, como otros lugares, espera con ansias esta temporada de descanso, deliciosa comida y abrazos. Y, aunque falta más de un mes para el 25 de diciembre, una ciudad ya dio el primer paso y encendió sus luces navideñas. ¿Cuál es el destino mágico?
Entusiasmo de fin de año
Con las primeras brisas del invierno colándose por las ventanas, los españoles ya huelen el chocolate en taza y saborean las migas de mazapán y mantecados que endulzan los paladares e inundan los hogares de tradicionales olores.
En las calles, el ritmo navideño también se apodera del paso de los transeúntes, y el ansia por programar las vacaciones, comprar los obsequios para la familia y coordinar el menú alimentan el circuito comercial y productivo, que aprovecha a sus anchas estas semanas estratégicas para su crecimiento.
El decorado, asomándose en las principales calles, marca el inicio del último trayecto del 2025, e invita a los habitantes a prestarse al juego de Papá Noel, y a revivir las atesoradas postales de una infancia feliz, con la inocencia que sostuvo la ilusión de la magia.
Y, aunque tradicionalmente las metrópolis como Madrid o Barcelona destacan por el fulgor de sus luces navideñas y por el esmero de los vecinos en disfrutar la espera del 25 de diciembre entre luminosos y prominentes árboles, guirnaldas y moños, este año Sevilla esconde una gran sorpresa.
Pues Estepa, ciudad sevillana ubicada a 110 kilómetros de la capital provincial, fue el municipio que llevó a cabo «el primer encendido» de luces navideñas, que inaugurará oficialmente la cuenta regresiva hasta la llegada del invierno y de una de las celebraciones más esperadas en el mundo.
El alumbrado cumplirá la función de armonizar el día a día de los estepeños, que, entre brillos y esferas coloridas, comenzarán a tejer también sus deseos para el comienzo de 2026, y sus agradecimientos para la llegada de la Nochevieja.
Estepa, faro navideño
Caracterizada por el desarrollo de su industria dulce, que la convierte en capital de bocadillos panaderos exquisitos, el municipio decidió dar la oportunidad a Estepa para ser el faro navideño 2025, presumiendo, antes que cualquier otro distrito, su decoración, que estuvo terminada para el 7 de noviembre.
Así, mientras las grandes urbes aún continúan en preparativos para recibir la Navidad, Estepa demostró su particular compromiso y entusiasmo con la temporada, e hizo gala de sus mejores luces, guirnaldas y árboles, prolongando la dicha navideña y extendiendo la atmósfera de unión.
Desde su cuenta de Instagram, la municipalidad se encargó de confirmar su hazaña anunciando el encendido oficial para la fecha del viernes 7, a las 19 30 h. Desde la Plaza del Carmen, la ola navideña se difundió por la localidad, y, al ritmo de la música, los vecinos dieron la bienvenida a la mejor época del año.
Pero además de ser un gesto simbólico que honra las tradiciones de los lugareños, la decisión de Estepa constituyó un aliento a los comercios, que obtuvieron luz verde para comenzar a promocionar las atractivas ofertas, impulsando el circuito de consumo que favorece a la comunidad.
Extendiéndose por 304 calles, el fulgor iluminó también el Casco Antiguo, corazón de la ciudad. Pero esta no es la única actividad programada para noviembre, sino que Estepa también será escenario del X Polvorón Vespero, evento dedicado a los fanáticos de las clásicas motos Vespa, que también funciona como circuito gastronómico y turístico que permanecerá abierto desde el 7 al 9 de noviembre.
De tradiciones irrenunciables
Además del encendido de luces y la cocción de panificados con recetas heredadas de generación en generación, España cuenta con una tradición particular: la Lotería de Navidad, que hoy cosecha innumerables anécdotas a su alrededor. Entre ellas, existe la historia de aquel empresario visionario que, en el siglo XIX, habiendo apostado y ganado en numerosas combinaciones, casi provoca la quiebra del organismo estatal.
Y, aunque los historiadores consiguieron desmentir la veracidad del cuento, su continua transmisión da cuenta del enriquecido y diverso ritual colectivo que España montó en torno a una de sus celebraciones más preciadas, y que moviliza no solo los afectos, sino también la memoria compartida.









