Europa se carga por sorpresa los coches eléctricos: subidas del 40 % y el fin de las cero emisiones

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Publicado el: 20 de junio de 2024
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coches eléctricos

Con algunas marcas europeas vinculadas al escándalo del trabajo esclavo en fábricas automotrices, la UE afronta serios desafíos en el mercado de los coches eléctricos. Ahora, no sólo tenemos problemas en la venta de vehículos eléctricos, sino que también podríamos tener serios conflictos diplomáticos con China si se llegan a implementar las regulaciones que buscan estos países europeos.

La disputa por los coches eléctricos

La movilidad sustentable es una necesidad de primera urgencia, especialmente en la Unión Europea, donde todos los días se sancionan nuevas medidas para conseguir que los coches generen menos emisiones. Contamos con muchas marcas importantes dedicadas a la producción de coches eléctricos que actualmente están teniendo problemas con los bajos precios que ofrecen las firmas chinas.

Desde octubre del año pasado, se viene realizando una investigación acerca de posibles prácticas desleales entre los fabricantes asiáticos que, según se afirma en el informe, podrían estar recibiendo impulso estatal ilegítimo. Es decir, Pekín estaría inyectando capital estatal en sus plantas automotrices para desestabilizar el mercado europeo de coches eléctricos.

Varios países, encabezados por España y Francia, buscan que se apliquen aranceles a los fabricantes chinos instalados en Europa que podrían ascender hasta un 38%. Esto tendría una serie de consecuencias graves para nuestro mercado, que recaerían, principalmente, en el precio final que pagarían los consumidores por adquirir las marcas que caigan en estas sanciones.

Los consumidores sufrirán las consecuencias

Alemania encabeza la lista de las naciones que consideran que esta no es una medida adecuada. En todo caso, recomiendan medidas más moderadas, como aranceles que no superen el 15%, un porcentaje similar al que ya aplica el gobierno chino. Esta medida por sí misma causaría la perdida de varios millones de euros en ganancias a la industria asiática.

Por otro lado, España y Francia son los principales interesados en tomar medidas proteccionistas para proteger los beneficios de su industria local de la imparable oleada de coches eléctricos importados. Proponen un impuesto de entre el 17% y el 38% para las marcas chinas involucradas en las denuncias por prácticas desleales, de acuerdo al capital que hayan invertido en investigación.

La respuesta de China ante estas medidas podría repercutir en gran cantidad de exportaciones europeas como carnes, productos agropecuarios y un fuerte mercado de bebidas alcohólicas. Además, la medida encarecería las importaciones chinas de piezas de coches eléctricos que se ensamblan aquí, especialmente en lo que respecta a componentes de las baterías que requieren sus motores.

España se carga los coches eléctricos

Si bien estas medidas pretenden proteger a los fabricantes locales de la competencia desleal de estas empresas, los productores temen que sean precisamente ellos los que sufran las peores consecuencias.

Los analistas prevén que habrá una fuerte caída de la demanda de coches eléctricos que será muy perjudicial para las plantas de producción de la UE, que tendrán que elevar los precios finales de sus vehículos y tendrán dificultades para obtener piezas estratégicas.

La propuesta de Alemania es, según el acuerdo de la mayoría, el término más moderado, ya que este arancel se asemeja a retenciones que ya existen en las políticas chinas. Sin incurrir en excesos, esta opción impulsaría una caída de unas 125000 unidades importadas de Asia, demanda que podrían suplir los fabricantes locales sin desgastar seriamente las relaciones diplomáticas exteriores.

Europa en busca de recursos estratégicos

El gran control que China ejerce sobre la cadena de producción de baterías para coches eléctricos y recursos estratégicos representa una gran dificultad para la independencia de nuestras industrias locales. Esto demuestra la importancia de avanzar en nuevas fuentes de recursos estratégicos locales, tales como el tesoro bajo el mar de las Islas Canarias.