Ante la crisis energética y ambiental, se han presentado diversas opciones para el transporte, siendo la electrificación la que ha tenido más aceptación entre los fabricantes de vehículos. Pero los coches eléctricos han resultado ser una promesa para algunos y hasta un fraude para otros, y ahora Alemania los quiere enterrar por algo más poderoso y rentable.
La opción que se ha convertido en una decepción
Los coches eléctricos se han convertido en una fuente de decepción para los diferentes fabricantes, y eso es más notorio en Europa, donde se esperaba que tuvieran una mayor recepción entre los consumidores. Y en Alemania, que es la casa de las principales marcas, esto es mucho más notorio y complicado.
Por eso, algunas empresas automotrices están dando marcha atrás con sus planes de electrificación, o al menos han reducido la velocidad de su desarrollo. En efecto, Mercedes Benz se ha dedicado a la producción de un innovador motor V8 a gasolina, y esto es un retroceso en las expectativas que tenían con esa tecnología.
Alemania retrocede en el desarrollo de los coches eléctricos
La gran transformación que se esperaba tener en la industria automotriz con el desarrollo de los coches eléctricos ha acabado por convertirse en un gran fraude para ellos mismos, porque no han sido tan bien recibidos como se esperaba. Y Alemania, el país que más los ha apoyado, busca volver de nuevo a lo seguro.
La presión ejercida por la UE con respecto a la expansión del uso de las energías limpias se impuso en la fabricación de vehículos. Por eso, desde hace años, han estado trabajando en la electrificación de estos, porque esa parecía la mejor manera de sustituir los motores que trabajaban con combustibles fósiles.
En los primeros años, hubo expectativas muy positivas, esperando una buena aceptación entre los europeos. Pero la realidad no fue así, y en la actualidad, ese segmento del mercado automotriz se ha quedado estancado por las bajas ventas, ya que es todo un desafío poder competir en un mercado agotado de coches chinos.
Por eso, algunas de las grandes marcas han dado un paso atrás en la electrificación de los coches, una de ellas es Mercedes Benz, que está trabajando en un propulsor V8 que trabaja con gasolina. Aunque eso no significa que el componente eléctrico estará totalmente ausente, solo que no estará presente en un 100%.
Pues ese motor V8 va a contar con el soporte de la tecnología mild-hybrid, que le permitirá ajustarse mejor a las exigencias de la compañía y de sus clientes. Esta es una clara demostración de cómo las marcas de coches de Alemania reaccionan ante la inesperada falta de aceptación que han tenido los vehículos eléctricos.
Mercedes Benz da un paso atrás para recuperar mercado
La reconocida marca nacida en Alemania, Mercedes Benz, se lanzó de lleno hacia una transición que la llevó a fabricar motores de gasolina más pequeños, que serían repotenciados con un plus basado en la electricidad (por esto la empresa presentó su motor que opera con esta tecnología).
Un sistema híbrido enchufable que no les gustó a sus clientes, y volvieron al motor de gasolina con el V8. Esto ha sido un atraso en los planes que se había propuesto la compañía, con respecto a que sus coches fueran eléctricos en un 100% para el año 2030, y ahora se espera que esto ocurra en el 2035.
En definitiva, uno de los principales fabricantes de coches de Alemania está reaccionando ante el fraude que han resultado ser los coches eléctricos debido a sus bajas ventas, con un retroceso en el desarrollo de esa tecnología y volviendo a optar por los combustibles fósiles. Se trata de Mercedes Benz (la que resucita un motor de hace 110 años).