Desde el inicio de la tendencia de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de la movilidad eléctrica pura ha ido ascendiendo, pero esta tecnología podría dejar de existir. En este sentido, Japón ha descubierto que recolectando desechos podrían salvar a los coches eléctricos de su desaparición.
Preocupación por el impacto medioambiental que pueden ocasionar los coches eléctricos
Estamos claros de que los coches eléctricos no tienen emisiones de CO2 por lo que su huella de carbono es inexistente. Pero durante su fabricación se usan metales como el litio o el cobalto los cuales han incrementado exponencialmente su demanda debido a sus ventas que son cada vez mayores.
Estos metales son utilizados principalmente en la elaboración de las baterías, pero cuando finaliza su vida útil su disposición se convierte en un problema. Es por eso que la Unión Europea ya sacó la norma que exige a los fabricantes que, a partir del 2031, sus baterías deben estar hechas en un porcentaje con materiales reciclados.
Japón se ha adelantado a la Unión Europea y ha creado un método de reciclaje innovador para las baterías de alta tensión
El objetivo que tiene Japón con los coches eléctricos es cero emisiones pero no solo las que salen por el tubo de escape sino en todo el proceso de su construcción. Es por ello que para salvarlos de la extinción ha ideado un método de reciclaje de las baterías de alta tensión sin la liberación de CO2.
El método convencional utilizado para recuperar las materias primas de las baterías para el reciclaje, era comenzar el proceso por el quemado de las mismas en hornos. Sin embargo, el mismo implica que se liberen grandes cantidades de dióxido de carbono y que buena parte de los materiales también se incineren.
Por lo que un gran porcentaje de estos se pierden. Para mejorar este panorama, Toyota Chemical Engineering, la División de Ingeniería Química de la icónica empresa japonesa, ha creado un nuevo proceso para el reciclaje de las baterías que le permite recuperar un porcentaje mayor de materiales.
Al tiempo que no se tienen emisiones de gases de efecto invernadero (aunque esa misma compañía está por decirle adiós a las baterías eléctricas tradicionales con la invención de este nuevo cartucho que es portátil). El proceso comienza con la extracción y destilación del líquido o electrolito del elemento.
El cual es muy inflamable y trae el riesgo de incendio en el proceso. Posteriormente, son trituradas las celdas de las baterías, obteniendo piezas que son de hierro o aluminio las que son clasificadas y reincorporadas para su uso en la fabricación de otras celdas de baterías. También se extrae la denominada “masa negra”.
Que es una sustancia que incluye varios metales y tierras raras en su composición. Esto es llevado a distintas empresas de Japón a fin de que sean procesadas para luego ser utilizadas en la elaboración de otras baterías. Vale decir que estas últimas cumplen su cometido sin emitir CO2, de forma totalmente sostenible.
Hay otras empresas que están trabajando en procesos similares para reciclar baterías sin emisiones
Estas organizaciones trabajan para el reciclaje de baterías estacionarias las que también son muy contaminantes. Algunas de estas empresas no son del Japón como Mercedes – Benz y Redwood Materials que han mostrado técnicas para la recuperación del 95 % de los materiales de que están hechos estos elementos.
En conclusión, Japón ha descubierto un proceso que es innovador para el reciclaje de las baterías que permitirá salvar la movilidad eléctrica (aunque ya hay un método para almacenar energía que hará que les digas adiós a las baterías tal y como las conocemos). Lo mejor es que es libre de emisiones de CO2.












