Desde que comenzó la preocupación por el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, los países desarrollados están en la búsqueda de nuevas fuentes de energía que no sean contaminantes y limpias. Como ejemplo te traemos este gran megaproyecto espacial de China. Veamos de qué se trata.
¿En qué consiste este megaproyecto de China en el espacio exterior?
China se encuentra en la fase de planificación y diseño de uno de sus proyectos energéticos más ambiciosos desde el desarrollo de los planos y la construcción de la represa de las Tres Gargantas, que es la hidroeléctrica más grande del mundo, no solo en tamaño sino por la enorme cantidad de electricidad que produce: 100 GWh.
Esto sin contar con el impacto en la producción de energías renovables. Este proyecto consiste en la construcción de una central solar en el espacio con una superficie de un kilómetro de ancho que capturará la energía proveniente del sol, transformándola en electricidad y enviándola a la Tierra sin que la afecten las estaciones.
¿Cómo será llevado a cabo este megaproyecto?
Con el fin de trasladar los materiales necesarios para el ensamblaje de esta infraestructura, China utilizará el cohete Long March-9 que es una nave reutilizable de 6.000 toneladas de peso que tiene una capacidad de carga de 150 toneladas y que ha sido construido y probado por científicos y académicos especializados.
Liderados por Long Lehao quien es el jefe de diseño de la serie Long March. El mismo tiene 10,6 metros de diámetro y supera en tonelaje de carga al Saturno V de la NASA que es su competencia norteamericana. A pesar de su gran capacidad harán falta gran cantidad de viajes espaciales para completar el material.
Por lo que se prevé que todos los materiales y equipos necesarios estén en el espacio para el 2032 y la central sea culminada para el 2035 o 2036. La estructura sería colocada en una órbita geoestacionaria a unos 36.000 kilómetros por encima de la Tierra de tal manera que capturaría la energía solar con gran eficiencia.
Por otra parte, según las estimaciones de los investigadores, la central solar podrá producir en un año una cantidad de energía equivalente a la que puede obtener la humanidad de todas las reservas de combustibles fósiles (utilizando la tecnología del panel solar oscuro que desarrollaron recientemente los chinos).
Para ello, la energía será transmitida desde la estación espacial a la Tierra utilizando la transmisión inalámbrica a través de microondas de alta potencia y bajo consumo energético. Es una tecnología que es innovadora y que actualmente está en proceso de desarrollo y perfeccionamiento y cuyas pérdidas son mínimas.
Es de destacar que la construcción de bases solares espaciales no es un nuevo concepto ya que desde hace tiempo, sobre todo en China, se ha venido indagando sobre la posibilidad de capturar energía solar en el espacio, donde la misma tiene una irradiación de hasta diez veces mayor que sobre la superficie de la Tierra.
Los chinos no son los únicos que tienen planes con energía solar desde el espacio
En esta carrera por las energías renovables, China no es la única competidora ya que otros países también se han lanzado a la investigación y desarrollo de este tipo de proyectos. Entre ellos están la Comunidad Europea, Estados Unidos y Japón, incluso este último planea lanzar una nave al espacio este año.
En conclusión, China ha puesto en marcha su gran megaproyecto en el espacio (que se podría combinar con la vela que lanzó la NASA y que se impulsa con la luz) referido a una gran planta solar que orbitaría la Tierra y enviaría la energía utilizando microondas de alta potencia. La misma estaría lista en 2035 o 2036.