Los cohetes son sinónimo de viajes a la Luna y astronautas. Pero tal vez su tiempo ya pasó, porque existe una nueva posibilidad, un vehículo innovador que podría llevarnos a Marte, pero tiene un problema importante, y es que usa un combustible peligroso y aterrador, que siempre ha sido cuestionado.
El reto de hallar combustible para llegar a Marte
Una de las grandes ambiciones del ser humano es la conquista del espacio exterior, y para poder hacerlo se han invertido muchos recursos, y después de la Luna es necesario ir más allá. Así que el próximo paso es llegar a Marte, la NASA está dando los primeros pasos, y busca las condiciones para lograrlo.
Porque uno de los retos que hay que superar para llegar a ese destino deseado, es que la distancia es muy larga y el viaje puede tener una duración aproximada de entre 6 y 9 meses, en las condiciones actuales. Mientras que, si se usa energía térmica nuclear se haría en la mitad del tiempo, pero sería más riesgoso.
La búsqueda de una alternativa para viajar a mayor velocidad
Hasta el momento en el que se logró hacer el primer alunizaje, se pensaba que los viajes fuera de la Tierra eran tan solo una fantasía desarrollada en los libros de ciencia ficción. Como ya se cumplió ese sueño, ahora hay que llegar a Marte, esto trae nuevos retos, siendo el más importante el que plantea el combustible.
Porque actualmente los cohetes son impulsados a través de ciertas reacciones químicas en las que reacciona un propelente con un oxidante, para generar una combustión que da el impulso para volar. Aunque esto funcionó muy bien para llegar a la Luna, no sirve para llegar al planeta rojo, porque está más lejos.
Se tardaría entre 6 y 9 meses para llegar, lo cual no es viable para los astronautas, ni desde el punto de vista económico, porque exigiría una cantidad enorme de recursos. Por eso, los expertos de la NASA están considerando el desarrollo de un motor que use un combustible que lleve al vehículo en menos tiempo.
La mejor alternativa es la energía atómica, porque puede producir una propulsión mucho más fuerte, hasta el doble de la que se obtiene con la tecnología que se usa hoy en día. Para el nuevo motor se propuso el uso del mismo tipo de fisión que se ha estado usando hasta ahora en las plantas nucleares.
Según los cálculos que han hecho, esta clase de combustible les permitirá viajar al doble de la velocidad que los cohetes de siempre, por lo cual van a poder llegar a Marte en la mitad del tiempo, es decir, en unos 3 o 4 meses. Esto resulta mucho más manejable y lo hace más factible para todos los implicados.
La energía nuclear es más eficiente y riesgosa
Para tener la posibilidad de llegar a Marte hay que decir adiós a los cohetes tradicionales y abrirse a nuevas posibilidades. Y los científicos de la NASA se decidieron por el uso de la energía generada por la fisión del núcleo de uranio-235 como combustible para esa misión, porque trabajan a mayor temperatura.
Esto les brinda más potencia y podrán viajar al doble de la velocidad, reduciendo así la duración de la misión. Sin embargo, no todo es ganancia y deben superar ciertos desafíos, pues el motor del nuevo vehículo no puede usar uranio altamente enriquecido, debe ser liviano y, sobre todo, debe funcionar de forma segura.
En conclusión, si la NASA desea llegar a Marte parece que la única opción que tiene es un vehículo que use como combustible la propulsión térmica nuclear, porque le permitiría llegar en la mitad del tiempo que los cohetes actuales. Sin embargo, hay que considerar que esa es una fuente de energía peligrosa.













