El 2030 no está tan lejos como la industria automotriz quisiera para apurar la salida de nuevas motorizaciones que se propulsen en base a un combustible más respetuoso con el planeta, y pueda sustituir a os fósiles. Si bien el coche eléctrico tiene todas las garantías para instalarse, aparecen otras alternativas sostenibles como este carburante elaborado a partir de la industria de una de las bebidas más consumidas en España.
El combustible del futuro se origina a partir de la producción de una bebida que se sirve en copas
A partir de los desechos de una industria pujante en España, una compañía francesa ha desarrollado un biocarburante que alcanza la misma efectividad que el diésel convencional, pero con la ventaja de ser 100% sostenible, lo que le otorga un grado mayor de relevancia.
El Excellium Racing 100 es un biocombustible originado por los desechos de la producción vitivinícola francesa, lanzado por la compañía TotalEnergies y ha hecho su exitosa presentación en las carreras del Mundial de Resistencia, las 24h de Le Mans.
Con el objeto de elaborar nuevas soluciones de hidrocarburos para la movilidad y reducir las emisiones de carbono, el nuevo combustible comprueba toda su eficiencia en las pistas de competición antes de salir a conquistar el terreno de los vehículos comerciales.
Los desechos del vino son la materia prima de este nuevo biocombustible
La industria vitivinícola de Francia es la segunda más importante del mundo solo detrás de Italia, con una producción de 4,69 billones de litros anuales. Así como su bebida es la más apreciada por los más exigentes catadores, sus desechos hoy cobran un importante protagonismo para la elaboración de esta nueva energía
Hasta aquí habíamos escuchado de la creación de biocombustibles que ya están a la venta en el mercado a partir del cultivo de semillas oleaginosas, de la caña de azúcar o el maíz. Esta innovación explora la utilización del mosto, el hollejo y las pepitas de la uva que se descartan en la elaboración del vino.
A partir de una fórmula compuesta por desechos del vino, la síntesis de su aceite y la combinación de etanol, todos elementos provenientes de la biomasa, se produce una reacción que constituye la materia prima de este combustible que posee las mismas propiedades que un fósil, al que supera en términos sostenibles.
Ventajas de este biocombustible proveniente de la producción del vino
Según la compañía TotalEnergies, el Excellium Racing 100 reduce las emisiones de gases de efecto invernadero de los vehículos de pista en al menos un 65%, certificado por organismos de la Unión Europea.
La capacidad de ser neutro con respecto a su huella de carbono sugiere que las emisiones del vehículo producto de la quema de combustible al funcionar en pista son ínfimas y contrarrestadas por la nula emisión durante el proceso de elaboración del carburante.
Adicionalmente, las propiedades estructurales del carburante sintético pueden sustituir con efectividad a los combustibles fósiles, sin necesidad de hacer ninguna modificación técnica en el vehículo aportando las mismas condiciones de densidad, lubricidad, viscosidad y estabilidad de oxidación que uno convencional.
Disponibilidad del biocombustible en España
Muchas compañías energéticas están desarrollando distintos tipos de biocombustibles, como alternativas más saludables para el medio ambiente. En España, la empresa Repsol comercializa el suyo a un precio que supera en 10 o un 20% con respecto al proveniente de los fósiles.
Sin embargo, las perspectivas a futuro que abre esta nueva alternativa para el país son muy favorables teniendo en cuenta que la industria vitivinícola española ocupa el tercer lugar en producción con más de 40 millones de hectolitros de vino por año.
Así es que de comenzar a utilizar los desechos de la uva para elaborar un combustible propio sería una fuente alternativa de ingresos para el país, y una respuesta más sostenible al cambio climático para abastecer la movilidad interna. Pronto veremos los resultados, así como este vehículo eficiente