La batería es el corazón de todo coche eléctrico, ya que provee toda la energía que necesita por lo que, al momento de fallar o descargarse, el vehículo es inservible. Es por ello que las buenas prácticas en su uso son indispensables, pero también su calidad es fundamental. Te traemos lo malo que es la descarga total de estos componentes y la experiencia con un Tesla al tenerla bien cuidada.
Un elemento esencial en el coche eléctrico: la batería
Este componente es el más importante en la movilidad eléctrica, puesto que proporciona la electricidad que mueve el coche y hace funcionar todos sus sistemas. Físicamente, cumple las funciones del tanque de combustible en un vehículo de combustión interna térmica, pero en lugar de contener carburante fósil como diésel o gasolina, guarda la energía que mueve a la máquina.
Por lo general, la tecnología más usada es la de iones de litio debido a su gran durabilidad, eficiencia en los procesos de descarga y carga, alta densidad energética, entre otras ventajas. El parámetro de la autonomía es definido por su capacidad. Por otra parte, la batería requiere ser recargada y el tiempo que dura esta operación dependerá tanto del sistema del vehículo como de la potencia del cargador.
Lo que pasa cuando este componente sufre una descarga profunda
El término descarga profunda se refiere a cuando una batería llega hasta un 10 % de carga, que cuando ocurre frecuentemente es causa de graves daños internos reduciendo dramáticamente su vida útil. Pero, de acuerdo a expertos, cuando la carga está por debajo del 20 % comienza este deterioro. Sin embargo, bien cuidados estos elementos pueden durar mucho tiempo, como ejemplo tenemos los acumuladores de Tesla.
Pero, cuando dejas que este elemento quede a menor de un 20 % de carga, entonces empiezan los problemas (aunque Tesla está instalando esto en las calles de España para evitar esta situación). Ya que, además de inmovilizar el coche y sus sistemas, también se perjudica su integridad química. Esta situación es advertida por el fabricante en el manual de su producto, donde previene sobre el daño que puede ocasionar en sus componentes.
El cual no está cubierto por la garantía, cuando la carga está por debajo del 10 % el coche automáticamente pasa a operar en “modo tortuga” el cual desconecta los sistemas no esenciales para su movilidad, como son el desbloqueo y cerraduras de puertas. Este modo permite desplazarse algunos kilómetros, los cuales sirven para llegar hasta la estación de recarga más cercana.
Sin embargo, esta solución no está garantizada ya que puede fallar sobre todo en caso de que la batería tenga algún grado de degradación. Cada ciclo de descarga profunda va afectando la capacidad del elemento, ya que es causa de producción de gases y pequeños cortocircuitos internos que van deteriorando el material de las celdas. Además, las temperaturas extremas también aceleran estas consecuencias.
Los acumuladores de Tesla están diseñados para una larga duración
A pesar de lo anterior, una batería de Tesla bien cuidada tiene una muy larga vida útil. La prueba está en un Model 3 del 2021, que se popularizó tras un video de YouTube en Inglaterra el cual opera como taxi, que marca casi 350 000 kilómetros de recorrido y que conserva el acumulador original que mantiene el 88 % de su capacidad. El secreto compartido para lograr este hito, es que esta pieza no ha sido sometida a condiciones extremas de trabajo.
Para finalizar, la batería de un coche eléctrico no debe dejarse descargar por debajo del 20 % ya que, de ser así, su vida útil se reduce y en poco tiempo deberá ser sustituida (aunque una posible solución para evitar este paso podría ser la que China propone en Alemania) porque sufriría daños internos. Pero las de Tesla pueden durar mucho tiempo si son bien cuidadas y se siguen las mejores prácticas.
