Los proyectos urbanísticos que forman parte de la visión 2030 de Arabia Saudita se han convertido en utopías que al parecer jamás llegarán a ser completadas, entre otras cosas por sus dimensiones desmesuradas y sus costos desorbitados. Por eso, a diferencia de su vecino, Dubai está demostrando que es más realista y no quiere complicarse con una Neom, así que prefiere apostar por el sueño que sí podría cumplirse.
Un país que prefiere adaptarse a la realidad
En 2016, el mundo quedó maravillado cuando Arabia Saudí presentó su megaplan denominado Visión 2030, que pretende transformarlo en el centro de referencia mundial del turismo para acabar así con su dependencia económica del mercado petrolero y ampliar su economía. Para ello decidieron diseñar unas ciudades futuristas de dimensiones imposibles que parecen estar inspiradas en la ciencia ficción.
Pero al iniciarse las construcciones, quedó claro que la realidad es como es, y no puede acomodarse a los caprichos y deseos fantásticos de cualquier soñador, así que ahora lo que tienen son obras inconclusas. En ese sentido, Dubai ha demostrado que es más realista y no tiene interés en aventurarse en la construcción de una nueva Neom (la cual se define como un gran fraude), así que toma partido por el sueño que sí podría cumplirse.
El Plan Maestro Urbano Dubai 2040 busca sostenibilidad
Ese plan se dio a conocer en 2021 y tiene como finalidad desarrollar una nueva forma de urbanismo mediante un entorno sostenible basado en la protección del medioambiente y el bienestar de sus habitantes. Una de sus primeras obras es Dubai Green Spine, que transformará a una de las principales vías de la ciudad en un espacio verde con la capacidad de satisfacer sus necesidades y sacar provecho de sus recursos.
Esta urbe estará situada en la carretera Sheikh Mohammad Bin Zayed (E311), ocupando una longitud aproximada de 64 km, y tendrá unas características únicas que lo convertirán, como su nombre lo indica, en una gran columna verde para la ciudad. Para ello, sembrarán más de un millón de árboles, se promoverá entre sus residentes el cultivo de alimentos en sus propios huertos, y también contarán con parques y jardines.
Para ayudar a la conservación del medio ambiente, las construcciones serán realizadas con métodos y materiales sostenibles que mejorarán su eficiencia energética. Otro aspecto esencial es el manejo del agua, para lo cual se usarán sistemas que permitirán aprovechar el agua de lluvia. Todo esto hará de Dubai Green Spine una ciudad futurista ecológica que fomentará la sociabilidad y el uso de tecnologías innovadoras.
Es posible una ciudad descarbonizada y autoabastecida
Green Spine es un lugar que priorizará el bienestar de quienes la habiten, pues, entre otras cosas, podrán trasladarse por medios alternativos que favorecen la movilidad a pie o en bicicleta, mediante una red de servicios esenciales a los que podrán llegar en menos de 20 minutos. Esto reducirá su huella de carbono en más de un millón de toneladas anuales, pues para cubrir distancias mayores habrá un tranvía eléctrico.
Este transporte se moverá a través de un trayecto que estará recubierto por paneles solares, que junto a los que estarán dispuestos a lo largo de la ciudad, le brindarán la energía que requiera, pues entre todos van a producir 300 megavatios de electricidad. Así, Dubai Green Spine, que se espera se convierta en el hogar de unos 8 millones de habitantes en 2040, será un lugar amable para el ambiente y las personas.
Concluyendo, el Plan Maestro Urbano 2040 contempla la construcción de Dubai Green Spine, una ciudad sostenible basada en la protección del medioambiente, así como también en el bienestar de sus habitantes. Estará situada en la carretera Sheikh Mohammad Bin Zayed (E311), su longitud será de aproximadamente 64 km, donde se sembrarán más de un millón de árboles (esperamos que no sea dinero en saco roto como Neom).