Durante años, la nueva carrera espacial comercial ha tenido un solo dueño: Elon Musk y su empresa SpaceX. Con sus cohetes reutilizables y su ritmo imparable de lanzamientos, SpaceX ha dominado el mercado y ha marcado el ritmo hacia el futuro, sin embargo, en el mundo de los negocios espaciales, la competencia es la chispa que enciende las mejores ideas. El lado bueno de la competencia es precisamente motivar a las empresas a innovar y esta vez no será la excepción, porque el rival de Elon Musk ha llegado a sorprendernos.
La meta del rival de Elon Musk
El gran rival de Musk es Jeff Bezos, el dueño de Amazon, con su empresa Blue Origin. Por años, la compañía de Bezos se había dedicado más bien al turismo espacial, llevando millonarios al espacio, mientras que Musk soñaba con cohetes gigantes y ambiciosos viajes a Marte, pero ahora, las cosas han tomado un rumbo totalmente inesperado.
La prueba de fuego para Blue Origin llegó con su cohete colosal, el New Glenn, que tuvo que enfrentar varios retrasos dramáticos esta semana. Primero, el mal tiempo y, después, una intensa tormenta solar que incluso provocó auroras boreales en lugares inesperados, obligaron a posponer el despegue una y otra vez, aumentando la expectativa global.
La gran noticia es que, tras la espera, Jeff Bezos y Blue Origin han finalmente mostrado músculo: lograron el lanzamiento exitoso de su colosal cohete New Glenn en una misión a Marte que, además, por primera vez, consiguió recuperar y aterrizar el propulsor principal para su reutilización, un hito clave que acorta la distancia con SpaceX.
Un logro realmente impresionante
Mientras se busca energía en el espacio, el éxito de la misión NG-2 fue doble, pues por un lado, el cohete de 98 metros de altura logró poner en órbita de forma segura la carga de su primer cliente: dos pequeñas sondas de la NASA llamadas ESCAPADE, cuyo destino final es Marte. Esta es una victoria estratégica, pues Musk, con su Starship, aún no ha logrado poner una misión a Marte en camino.
El segundo gran hito es técnico y económico: el propulsor principal del New Glenn logró aterrizar suavemente en una plataforma marítima llamada Jacklyn. Este logro es fundamental, pues la recuperación del cohete es lo que permite reutilizarlo, reducir costos y competir directamente con el modelo que ha hecho a SpaceX tan dominante. En su primer vuelo, Blue Origin falló en este intento, por lo que este aterrizaje perfecto demuestra que ya tienen la capacidad técnica para estar en la cima.
La carrera de los gigantes
La misión a Marte que lanzó Blue Origin también es especial por su costo. Las dos sondas ESCAPADE son parte de un programa de la NASA que busca hacer ciencia de alta calidad a un precio mucho más bajo (menos de 100 millones de dólares), comparado con los 300 a 600 millones que cuestan otras misiones al planeta rojo. Este tipo de proyectos pequeños y económicos son el futuro, y la confianza de la NASA en Blue Origin los convierte en un jugador esencial.
Ahora que ha demostrado su poder de lanzamiento, Blue Origin está lista para ir al siguiente nivel: la Luna. La empresa de Bezos ya trabaja en un módulo de aterrizaje llamado Blue Moon, y su tercer vuelo con el cohete New Glenn (previsto para 2026) intentará llevar una nave a la superficie lunar, un reto que tampoco ha logrado aún la compañía de Elon Musk.
Sin duda, el éxito del lanzamiento NG-2 marca el inicio del verdadero capítulo de exploración espacial para Jeff Bezos y Blue Origin. Al lograr una misión a Marte y la recuperación de su propulsor, han demostrado que tienen la capacidad técnica para competir de igual a igual con el dominio de Elon Musk y su SpaceX. La competencia espacial se calienta, y esto es una excelente noticia, ya que solo la rivalidad entre estos gigantes impulsará la innovación y hará que la exploración espacial sea más rápida y más barata. Y si te quieres sorprender con más noticias como esta, acá te contamos que enviarán una garra gigante al espacio para salvar el futuro.
