Frente a la necesidad de reducir las emisiones de CO2 asociadas a la generación de energía eléctrica, empresas y ministerios en todo el mundo están estudiando la implementación de diferentes fuentes renovables más eficientes. Entre las fuentes limpias como la eólica, la solar o el hidrógeno, hay una energía bajo el agua que podemos obtener de los mares, y puede que hayamos descubierto cómo aprovecharla.
Energía bajo el agua: las nuevas baterías que almacenan electricidad en el mar
La Unión Europea ha dedicado una gran cantidad de recursos y años de trabajo e investigación para erigir una sólida infraestructura para la generación de energía libre de emisiones de gases de efecto invernadero. Una de las energías que más desarrollo ha conseguido es la eólica, gracias a ambiciosos proyectos como los parques eólicos que van a instalar en dos regiones de España para generar 10000 MW.
Sin embargo, este tipo de energía tiene un gran obstáculo: su sensibilidad a los fenómenos climáticos. La energía eólica depende de que haya disponibilidad de vientos de altas velocidades que sean capaces de mover las titánicas aspas que impulsan las turbinas eléctricas. Esto implica que, cuando las corrientes de aire son más escasas, así lo sea también la energía generada.
Estudiantes de la Universidad de Malta han formado un equipo con el objetivo de investigar una solución efectiva para esta problemática, y, al parecer, han tenido éxito en su misión. Su sistema de almacenamiento de energía hidro-neumática (FLASC) permitiría aprovechar un importante porcentaje de energía eólica desperdiciada almacenándolas bajo el agua de manera mecánica.
Malta almacena electricidad en el mar: una batería sostenible para energía eólica marina
Los vientos de altamar son más fuertes y constantes que los que se pueden encontrar en tierra firme, sin embargo, las corrientes más poderosas muchas veces se dan en horarios en los que la demanda energética es muy baja y toda esa potencia se desperdicia. Además, Malta tiene un territorio muy escaso con una densidad de población muy alta, por lo que no disponen de espacio para parques eólicos.
Es por esto que el equipo de académicos buscó una solución para conseguir un mejor aprovechamiento de la energía bajo el agua, de manera que puedan mantener un buen suministro eléctrico constante sin depender de combustibles fósiles. El sistema FLASC podría permitir almacenar la energía de los vientos más fuertes para liberarla cuando la demanda lo requiera.
La energía excedente es redirigida hacia dos Conjuntos de Vasos de Presión (PVB) conectados por medio de un cable umbilical. Los aerogeneradores flotantes empujan agua a través del cable y la presurizan en las cámaras de compresión. El agua presurizada puede liberarse en cualquier momento para impulsar una turbina que genera energía bajo el agua.
La nueva planta de energía bajo el agua: una nueva forma de aprovechar los vientos y mares
En Europa la energía eólica es una de las principales fuentes renovables y limpias de electricidad, sin embargo, el territorio de Malta es muy escaso y su densidad poblacional es muy alta. Por estas razones, no cuentan con el espacio necesario para la instalación de grandes parques eólicos como los que tenemos en España, es por eso que el equipo de académicos busca mejorar la eficiencia de los aerogeneradores.
Con esta nueva tecnología que combina plantas eólicas flotantes con generadores de energía bajo el agua, Malta podría haber encontrado no sólo una solución efectiva para su problema de espacio y energía, sino también para toda la tecnología de aerogeneradores flotantes.
¿Llegará esta tecnología a España?
El proyecto, de momento, es un experimento con fines académicos para estudiar diferentes soluciones. Sin embargo, la Universidad de Malta vio gran potencial en este generador de energía bajo el agua para aerogeneradores flotantes y dio gran apoyo durante todo el proceso, instando a los académicos a patentarlo. Una tecnología que podría dar gran impulso al parque eólico flotante que España busca construir.