Las estrategias de los gobiernos y las compañías energéticas para cumplir con la normativa hacia el 2050 para frenar la crisis climática son constantes. Sin embargo, un estado americano declara ilegal a las instalaciones de energía renovable y se manifiesta en contra de las “ideas de los fanáticos verdes”, como lo ha definido su gobernador generando fuertes repercusiones.
¿Cuál es la energía renovable que es declarada ilegal?
Oponerse a los datos científicos y corroborados que sostienen la debacle natural es como querer tapar el sol con las manos. No obstante, hay quienes piensan distinto y ocupan cargos de poder que retrasan las obras destinadas a favorecer al medio ambiente y los seres que la habitamos.
En este contexto, recientemente el gobernador de Florida Ron DeSantis ha firmado una polémica ley que impide la creación e instalación de parques eólicos en la costa marina, así como desregula las limitaciones del sector energético para continuar con sus actividades utilizando combustibles fósiles.
Este giro histórico en las perspectivas de Estados Unidos que estimula desde el gobierno nacional de Biden la creación de nuevas formas de creación de energía más sostenibles con ayudas y subvenciones a sus habitantes, ahora son rechazadas y negadas para los floridanos.
¿Qué reglamenta la nueva ley firmada por DeSantis?
La ley HB 1645 firmada por el gobernador republicano considera al calentamiento global un problema menor, impide la instalación de parques eólicos, así como toda estructura de generación de energía renovable, impulsa el consumo del gas natural y la creación de centrales nucleares.
Según la publicación realizada en la red X por el gobernador con posterioridad a la firma de la normativa, el gobernador afirmó que “la nueva legislación mantendrá los molinos de viento fuera de nuestras playas, el gas en nuestros tanques y China fuera de nuestro estado.”
La normativa que entrará en vigencia a partir del 1 de julio de este año deroga los programas que favorecen el aumento paulatino de las fuentes de energías renovables hacia el 2050, provenientes del Ministerio de Agricultura del estado de Florida de 2022.
Adicionalmente, prohíbe la instalación de aerogeneradores marinos a menos de una milla de la costa de Florida e impulsa la creación de plantas de gasoductos para garantizar la energía e incentivar el crecimiento económico, quitando la supervisión y las certificaciones requeridas a las empresas.
La ley causa fuertes repercusiones en Florida
Si bien en la actualidad no existen los aerogeneradores en territorio floridano porque no tiene velocidad de viento necesario para generar energía eólica, los estudios indican que en el área marina podría producirse la energía adecuada para abastecer a la ciudad.
Sin embargo, las nuevas disposiciones echan por suelo todas las esperanzas de desarrollo energético renovable y ahora los organismos de defensa ambiental y algunos sectores de la población expresan su descontento y advierten sobre las consecuencias catastróficas.
El grado alcanzado de calentamiento global se observa en sus propias costas, donde el nivel del mar se ha elevado considerablemente, produciendo cada vez más inundaciones, desastres naturales y temperaturas extremas.
Las empresas aseguradoras están dejando de ofrecer coberturas para causas derivadas del desastre natural por falta de regulaciones estatales, por lo que algunas han decidido irse del estado y otras aumentar las primas a precios exorbitantes.
Estas condiciones amenazan el desarrollo del sector inmobiliario, de la energía y de la economía en general y expone a los habitantes a la inseguridad y la falta de control en caso de inclemencias climáticas y nuevos desastres naturales.
Aun así, DeSantis prometió tirar a la basura el Green New Deal firmado por Biden y rechaza los fondos estatales que superan los 300 millones de dólares para incentivar la generación de energía sostenible. La Legislatura del Estado insta a Florida a aceptar estas subvenciones, pero por el momento Florida no formará parte de la lucha contra la crisis climática.











