El sol artificial a 100 millones de grados: energía infinita y una potencia jamás vista en la historia

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Publicado el: 19 de abril de 2024
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energía, sol artificial

Generar energía infinita ha sido una de las motivaciones más patentes de la humanidad desde, como mínimo, el siglo XIX. Estados Unidos presentó hace unos meses su nueva central que España quiere prohibir, pero ahora hemos visto algo totalmente diferente. Este es el primer sol artificial a 100 millones de grados que tiene una potencia que jamás se había visto en la historia.

Una energía extrema e innovadora, pero de origen controvertido

La fusión nuclear ha sido durante décadas el santo grial de la energía limpia e inagotable —aunque no sea así en absoluto—. Se trata de replicar en la Tierra el mismo proceso que ocurre en el Sol y otras estrellas, donde los núcleos de átomos de hidrógeno se fusionan formando helio y liberando una enorme cantidad de energía.

Si se lograra dominar la fusión nuclear a escala comercial, resolvería de un plumazo la creciente demanda mundial de electricidad sin emitir gases de efecto invernadero ni generar residuos radiactivos de larga duración. Sería, en definitiva, una fuente de energía segura, sostenible y prácticamente inagotable.

Los científicos llevan desde mediados del siglo XX intentando replicar la fusión nuclear en laboratorio. Los avances han sido lentos pero constantes, y recientemente se han logrado hitos sin precedentes que auguran un futuro prometedor para esta tecnología revolucionaria.

Un sol artificial a 100 millones de grados: la última de Corea del Sur

El KSTAR (Korea Superconducting Tokamak Advanced Research) es un reactor de fusión nuclear experimental ubicado en Daejeon, Corea del Sur. Fue completado en 2008 con el objetivo de avanzar en la investigación de la fusión nuclear controlada y lo acaban de llevar a su límite este 2024.

El KSTAR utiliza un tokamak, un dispositivo en forma de donut que confina el plasma de hidrógeno supercaliente mediante potentes campos magnéticos. El plasma alcanza temperaturas de 100 millones de grados centígrados, similares a las del interior del sol.

Una de las características distintivas del KSTAR es que utiliza imanes superconductores para generar los intensos campos magnéticos necesarios para confinar y comprimir el plasma. Esto permite alcanzar parametros más altos de temperatura, densidad y estabilidad en el plasma.

El KSTAR tiene como objetivo demostrar la factibilidad científica y tecnológica de la fusión nuclear. Los experimentos buscan optimizar las condiciones para lograr la ignición, el punto donde la reacción de fusión se vuelve autosostenible sin necesidad de aporte externo de energía.

El récord que ha alcanzado este sol artificial: 100 segundos haciendo esto

El reactor de fusión nuclear KSTAR, también conocido como sol artificial, logró un hito histórico en 2022 al mantener una reacción de fusión estable durante más de 100 segundos, el tiempo más prolongado jamás alcanzado —y que se consideraba imposible hasta ahora—-

Anteriormente, en 2021, el récord estaba en 30 segundos. Superar la marca del minuto en operación continua representa un avance significativo, demostrando la capacidad de los científicos para controlar y contener las altísimas temperaturas y presiones necesarias para la fusión nuclear.

La fusión involucra fusionar núcleos de hidrógeno para formar helio, liberando enormes cantidades de energía en el proceso, similar a lo que ocurre naturalmente en el sol. Mantener una reacción estable es sumamente complejo, dado que se requieren temperaturas sobre 100 millones de grados centígrados.

De cualquier modo, los ecologistas han comenzado a protestar, no para que frenen su desarrollo, sino para que no se considere como una alternativa más a las renovables. Lo cierto es que, cuando una fuente puede contaminar con residuos radioactivos un ecosistema completo, no puede ser ecológica ni sostenible.

Como ves, este sol artificial podría ayudarnos a comprender cómo generar energía de un modo más eficiente. Eso sí, la sostenibilidad detrás de este proyecto queda en entredicho, pues no solo se acerca a la fusión nuclear (aunque no lo es de por sí), sino que también tiene un cierto riesgo de inestabilidad. De cualquier modo, en España seguimos con esta idea para acabar con la agricultura en 5 años.