Desde hace tiempo que España es un país “antinuclear” aunque es el único en la Unión Europea que mantiene esta posición. Razón por la cual tiene entre sus planes la clausura de sus centrales nucleares, por lo que se cierne sobre el país el fantasma del apagón asociado a esta fuente energética. Veamos en qué consiste.
El gran apagón que podría sufrir nuestro país en este 2025
En la actualidad, la península ibérica posee siete reactores nucleares que están activos, los cuales son Ascó I y II, Trillo, Almaraz I y II, Cofrentes y Vandellós. De acuerdo al cronograma del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) el cierre de estas instalaciones que están en funcionamiento comienza en 2027.
Con la clausura de Almaraz I en Cáceres, siguiendo con las demás en forma escalonada hasta el 2035. Un apagón nuclear que es muy polémico y que cuenta con la oposición de grupos políticos de oposición, sindicatos y hasta empresas del sector energía. Aunque se tiene claro que dejar los reactores nucleares no es la solución.
La desnuclearización en España: una decisión muy cuestionada
Entre todos los reactores generan el 20 % de la demanda eléctrica española, mientras que representan el 40 % de energía libre de emisiones. De hecho, el secretario UGT de Cataluña dice que no se puede prescindir de la electricidad generada por los reactores de Vandellós II y Ascó ubicados en Tarragona, desmantelándolos.
Ya que al producir cerca del 60 % de la electricidad de Cataluña ocasionaría un gran apagón, por lo que primero se debe hacer una transición laboral y social antes de pensar en una que vaya hacia lo ecológico. El argumento del Gobierno en defensa del cronograma de clausura de las instalaciones nucleares se refiere a la seguridad.
Ya que se tiene un riesgo muy alto de contaminación por desechos radiactivos cuya vida media es de cientos de años (aunque ha sucedido algo inesperado que puede ser causa de la suspensión del calendario). Pero el Foro Nuclear del país difiere de esta idea diciendo que la misma está garantizada con los avances tecnológicos.
Es tanta esta oposición que una parte de los partidos políticos han hecho una petición a los más altos niveles para una suspensión indefinida del cierre de las centrales atómicas de Almaraz I y II. Estas instalaciones se encuentran operativas y serían las primeras en ser cerradas y clausuradas en el 2027 y 2028, respectivamente.
Por otra parte, también solicitaron que sea tomada en cuenta la opinión de los operadores de las plantas respecto a la posibilidad de pedir prórroga para la operación de clausura. Desde ya estos grupos políticos están hablando de la creación de un frente común que busque evitar la desconexión nuclear en la península.
Lo más grave es que solo España mantiene su posición en contra de la energía atómica y su apagón. Por ejemplo, en la reciente cumbre climática COP29 que se celebró en Azerbaiyán se habló de triplicar la generación de energía eléctrica de origen nuclear para el año 2050 y así allanar el camino hacia la descarbonización.
La única opción que tiene España: la energía renovable
La energía renovable es la mejor apuesta que tiene nuestro país para enfrentar esta crisis, que empezaría en el 2027 con el apagón nuclear. Sin embargo, para suplir toda la potencia eléctrica, la península deberá empezar desde ya a hacer realidad múltiples proyectos de energía solar, eólica, hidrológica, etc.
En conclusión, España enfrenta un gran apagón energético por el cronograma de cierre de sus plantas nucleares (aunque la clausura sería realizada en un plazo de 10 años) Pero la crisis comenzará en el 2027 cuando sea cerrado el primer reactor que está en funcionamiento: Almaraz I, continuando los próximos años.