Todas las zonas del planeta se encuentran expuestas a un desastre natural, unas son más vulnerables que otras. Un laboratorio europeo se ha dedicado a estimar cuáles son las regiones más propensas a experimentar una catástrofe y cierta región en España es una de las menos preparadas y que se encuentra en mayor riesgo.
El laboratorio que se dedica a estimar los riesgos en los territorios
Si bien la naturaleza es impredecible, es de interés social encontrarse en disposición de hacerle frente a las consecuencias de un desastre natural. Existen diversos factores que condicionan la vulnerabilidad de un territorio a esta clase de eventos que van desde características medioambientales hasta económicas.
Risk Data Hub forma parte del Centro de Conocimiento de Gestión de Datos de Riesgos o DRMKC (siglas en inglés) ha desarrollado un método que califica el nivel de riesgo de las regiones europeas integrando 5 factores clave; medioambiental, físico, económico, político y social, generando una interesante puntuación.
La preocupante puntuación de España ante un desastre natural
De acuerdo con los resultados de la investigación realizada por el Risk Data Hub, Canarias se perfila como una región altamente vulnerable ante un desastre natural con una puntuación de 6,08 en una escala de 0 a 10. La zona más riesgosa de Europa serían las Islas Jónicas en Grecia con un 7,15 como un área proclive a terremotos.
En este sentido, el índice para cada dimensión en Canarias sería de 7,7 en el factor físico, 8,09 para el económico, 4,32 respecto al factor medioambiental, 4,67 en el político y 5,62 para social. Es decir, unos indicadores que van de medio a alto riesgo.
Por su parte, las variables toman en consideración aspectos como el número del número de camas hospitalarias disponibles por cada mil habitantes, calculando así la capacidad del sistema de salud en la atención de fenómenos extremos.
Es interesante además, que no solo Canarias es una zona con un puntaje alto en España, las autonomías de Andalucía y Castilla La Mancha puntúan 6,33 y 6,12 respectivamente, valores que nos hacen reflexionar sobre las medidas de prevención y gestión de riesgos que deberían tener estas zonas para evitar mayores catástrofes.
Entonces, el riesgo de un desastre natural se encuentra aunado a la amenaza y la exposición, es por ello que los entes gubernamentales deben promover políticas y protocolos altamente efectivos con el objetivo de disminuir las consecuencias, ya que es un fenómeno incontrolable para el hombre.
Las consecuencias económicas de una catástrofe
Un claro ejemplo de las consecuencias en materia de economía que puede llegar a tener un desastre natural en España data en el año 2022, donde los costos ascendieron los 3.600 millones de euros, tomando en cuenta la atención inmediata, el impacto directo asegurado y no asegurado, además del PIB, una cifra impresionante.
Por su parte, en lo que respecta a Canarias, a finales de septiembre y principios de octubre del 2022 la isla experimentó fuertes lluvias, las cuales conllevaron a daños en infraestructuras críticas. Un hecho que evidencia la importancia de llevar a cabo nuevas políticas que eviten pérdidas humanas y económicas.
De acuerdo con el informe europeo en materia de gobernanza y gestión de riesgo, España tiene pérdidas anuales de 1,5 billones de euros a causa de las sequías. Un reflejo del impacto que tienen los fenómenos naturales en el viejo continente y que le dan por demás un duro golpe a la economía de cada país.
Finalmente, ante el cambio climático, Europa y por ende España se encuentra en una carrera contra el tiempo, donde el término desastre natural es cada vez más latente y probable, donde la región debe adoptar posturas que busquen la restauración de los ecosistemas, su la protección y consecuentemente a la sociedad.
