La Unión Europea ha mostrado un gran interés en convertirse en la primera zona descarbonizada del planeta, llevando a cabo diversos proyectos cuya finalidad es disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, que son la fuente principal de las emisiones de dióxido de carbono. En ese sentido, España le muestra músculo a Europa, y también se atreve a retar a Alemania en la carrera por drenar el Sol.
Europa deja el pasado y busca alternativas energéticas
El calentamiento global y todas sus implicaciones están generando una transformación total en lo que respecta a la obtención de energía, es necesario ir más allá para dejar en el pasado el uso de los hidrocarburos, que son eficientes, pero a la larga acabarán por perjudicar todavía más el medioambiente. Por eso, es necesario expandir el empleo de alternativas distintas y confiables que puedan sustituirlos.
El continente europeo es donde se ha visto el mayor interés por esa labor, y resulta muy lógico, pues las circunstancias geopolíticas le han complicado el suministro energético desde Rusia, así que ahora debe salir adelante con sus propios recursos. Por ese motivo, tenemos a España haciendo todo lo necesario para mostrar músculo a Europa y retando a Alemania, para tomar la delantera en la carrera por drenar el Sol.
España posee la mayor capacidad fotovoltaica de Europa
La expansión de las renovables está en pleno florecimiento en Europa, y como la fotovoltaica es la favorita de los asentamientos urbanos, cada vez resulta más frecuente observar los techos y balcones de las viviendas equipados con paneles solares. La Comisión Europea realizó un estudio que determinó que España es el país con la mayor capacidad para la producción de esta clase de energía, con 2842 TWh por año.
Actualmente, las energías renovables aportan el 57% de la electricidad para los españoles, la eólica está en primer lugar, mientras que las células fotovoltaicas son la segunda fuente energética, con unos 8000 MW instalados. Esto constituye menos del 50% de las aspiraciones del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que espera estar produciendo 19 000 MW en el 2030, aunque parece difícil de lograr.
Porque en los periodos correspondientes al 2023 y 2024, hubo una reducción del 30% en la puesta en funcionamiento de nuevos paneles solares en las viviendas, de forma que hubo aproximadamente otros 1000 MW de generación, pero el objetivo del PNIEC requiere de 2000 MW cada año. Posiblemente, si existieran mayores estímulos, la población en general se animaría a usar este recurso que reduce los costos de la energía.
Aunque España tiene la mayor capacidad para la generación de energía fotovoltaica entre los países europeos, apenas el 5% de las casas lo usan, mientras que Alemania se ha convertido en el mayor productor, debido a que el 20% de sus hogares están equipados con paneles solares (aunque también ha creado esta increíble energía). Los españoles tienen el recurso disponible, y solo necesitan utilizarlo para poder lograr y superar los 19 000 MW en el 2030.
Es posible favorecer la expansión de la fotovoltaica
Contar con la mayor capacidad de producción de energía solar de Europa, podría permitir que España ocupe en primer lugar en la generación de renovables, para convertirse en el elemento central que lleve al continente hacia la independencia energética. El recurso natural está allí, solo hace falta adaptar de forma inteligente las diversas normas que regulan el uso de la fotovoltaica para favorecer su expansión.
Concluyendo, España muestra músculo en Europa porque posee la mayor capacidad de generar energía eléctrica a través de la solar, con 2842 TWh anuales, pero hasta ahora solo se están generando 8000 MW. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) espera estar produciendo 19 000 MW en el 2030 (pero tiene que enfrentar este extraño fenómeno eléctrico)pero ha disminuido en 30% la puesta en marcha de nuevos paneles solares.