En cualquier lugar, la abundancia de recursos es percibida como una oportunidad para obtener los mayores beneficios posibles, principalmente en el ámbito de la producción que puede ampliar su variedad y calidad, lo que redunda en la obtención de mayores ingresos económicos. Pero curiosamente, para España el exceso constituye su mayor problema, y aunque ha encontrado una cura, puede ser peor que la enfermedad.
La explotación de recursos naturales requiere infraestructura adecuada
La presencia de recursos naturales valiosos es uno de los principales atractivos que puede ofrecer una nación a los grandes inversionistas, porque les ofrecen la posibilidad de explotarlos para generar productos terminados que les dejarán excelentes ganancias. Ahora bien, adicionalmente a esto, también resulta indispensable que se les ofrezcan garantías y facilidades que les permitan centrarse en su actividad con total seguridad.
De manera que no solo se trata de contar con materias primas muy preciadas, sino de brindar toda la infraestructura requerida para que se pueda llevar a cabo su labor empresarial. En ese sentido, el mayor problema que enfrenta España es el exceso, y al parecer, ya tienen una cura para solucionarlo, sin embargo, no todo es tan sencillo como se cree porque, a fin de cuentas, puede que resulte ser peor que la enfermedad.
Una solución dudosa a un problema energético
España es un país favorecido por la naturaleza, que le ha brindado todo lo que necesita y mucho más para que tenga un lugar destacado como potencia europea y mundial. Pero actualmente está experimentando un problema muy peculiar, se trata de la producción excesiva de energías renovables, pero no cuenta con la infraestructura necesaria para usarlas, y la solución propuesta es la instalación de centros de datos.
La generación de electricidad a partir de la solar y la eólica ha sido tan cuantiosa, que en algunos momentos ha sido suficiente para satisfacer los requerimientos de todo el territorio español, y constantemente ha incrementado la producción hasta llegar a 13 850 GWh. No obstante, el sistema eléctrico nacional no cuenta con la infraestructura adecuada para aprovecharla, y menos aún para guardarla para los momentos de escasez.
En esta temporada de verano la fotovoltaica ha resultado muy prolífica, pero tristemente, también ha sido necesario paralizar esa producción de manera frecuente, y hasta ahora se han desperdiciado aproximadamente 392 GWh (lo que es una vergüenza como esta). Por eso, han puesto de relieve una posible solución a esa situación mediante la construcción y puesta en marcha de centros de procesamiento de información de las grandes tecnológicas.
Pero este remedio supone un riesgo significativo, porque esas estructuras requieren cantidades inmensas de energía, y un número elevado de ellas podría agotar la producción de las renovables. Como consecuencia se generaría un nuevo problema, porque se puede llegar al extremo de provocar una escasez de electricidad a las comunidades cercanas y también produciría un aumento del costo de ese servicio.
España no sabe qué hacer con tanta energía
Aunque parezca insólito, España es uno de los mayores productores de energías renovables y, aun así, no ha sido capaz de utilizarla eficientemente ni de almacenarla para los momentos de poca o nula producción, hasta ahora, la única acción ha sido desperdiciar el excedente energético. La solución ideal sería la actualización de su sistema de electricidad para poder aprovechar ese recurso que tantos desean poseer.
En definitiva, España tiene un problema insólito, que es el exceso de producción de energías renovables, porque no cuenta con una infraestructura de electricidad con la capacidad suficiente para usarla adecuadamente ni para almacenarla para los momentos de escasez. Una solución que han propuesto es la instalación de centros de datos, pero estos consumen mucha energía (a lo que se suma los problemas ocasionados por las olas de calor).