En el sector de la movilidad, las jugadas estratégicas que implican negocios de producción de coches, siempre han sido causas de roce entre los países involucrados, ya que cada uno quiere los beneficios que pudiese obtener el otro. Una muestra te la presentamos aquí, donde Francia intenta por todos los medios quedarse con un tesoro nuestro y parece que nada podrá evitarlo, por lo que España está en suspenso.
El desempeño de las fábricas de Renault en la península
Cuando en el año 2021, en el marco del Plan Industrial en su cuarta edición, Renault decidió instalar sus fábricas en España, se preveía que serían unas instalaciones que tendrían una operatividad promedio similar a las existentes en otras partes de Europa y el mundo. Pero, a medida que pasaba el tiempo, esta marca ha ido consolidándose en la península como una referencia en vehículos eléctricos.
Su éxito no solo ha sido apalancado por su parte técnica, sino también por la comercial. En este sentido, tenemos que en su factoría ubicada en Palencia son hechos los modelos Renault Espace, Rafale y Austral mientras que de la fábrica que se encuentra en Valladolid se producen los Renault Symbioz y Captur. Todos los modelos en versiones híbridas enchufables y no enchufables, distinguiéndose por su gran calidad.
Francia desea que lleven a su territorio la producción de España
Renault ha mantenido una fuerte apuesta por España en la fabricación de cinco de sus siete modelos de tecnología híbrida, sin embargo, debido a que los coches eléctricos no han terminado de despegar en sus ventas, los sindicatos franceses están ejerciendo presión para que las líneas de producción que están en nuestro territorio sean trasladadas al país galo, dejándonos sin nada.
Esto por el creciente temor de la amenaza de despidos por la reducción de la producción (aunque Renault está resucitando el motor de combustión, lo que podría ser una solución). Esta exigencia se basa en la situación de las fábricas de Maubeuge y Douai, que son cercanas a la frontera con Bélgica. La producción en nuestro país había sido defendida por uno de los CEOs de la marca llamado Luca de Meo.
Por su excelente desempeño y buena calidad, soportado por una magnífica mano de obra española. Esto tuvo lugar en el ciclo de conferencias correspondientes al evento del Salón del Automóvil de París 2024. Y es que la confianza del fabricante de automóviles en la península se debe a una reciprocidad con la aceptación entusiasta de fabricación de los vehículos híbridos cuando nadie confiaba en que fueran rentables.
Debido a que se presagiaban bajas ventas, pero al respecto se ha comprobado que es mucho más fácil vender coches híbridos, en sus diferentes versiones, que los de tecnología eléctrica pura. Por lo que la intención de los galos de tratar de revertir esta decisión tomada hace cuatro años, iba a ser muy difícil debido a que las fábricas de España son de las más productivas y rentables a nivel mundial.
Francia puede avanzar en sus pretensiones de arrebatarnos este tesoro
Con la presencia del CEO, España tenía el respaldo de Renault para la consolidación de su estrategia de negocio. Pero Luca de Meo ha dimitido, por lo que es factible que el próximo consejero que lo sustituya acepte los pedimentos de los sindicatos de los trabajadores de la industria automotriz francesa y se haga una realidad el despojo del tesoro más valioso que posee nuestro territorio.
Para finalizar, España está en suspenso, ya que Francia está intentando despojarla de un valioso tesoro (aunque en otros terrenos estamos haciéndolo bien, puesto que somos un ejemplo para el futuro en recursos hídricos). Sin embargo, la empresa Renault debe sopesar las consecuencias de este cambio considerando que las fábricas en nuestro territorio se encuentran entre las más productivas del mundo.