España tenía una isla secreta que encerraba dentro de su pequeña extensión numerosas leyendas, historias milagrosas y recuerdos de una base militar de la que solo quedan ruinas. Hoy se encuentra abierta al público ávido de conocerla luego de años de avizorarla y sin tener permitido el ingreso. Vayamos a conocer esta isla que no está tan perdida de la costa de Galicia.
¿Cuál es la isla secreta cercana a Galicia que esconde tanto misterio?
Dueña de naturales y calmas playas dentro de un escenario boscoso y paradisíaco, esta isla secreta es más conocida para los nacidos y habitantes de la región que se encuentra a orillas del río Pontevedra.
Ubicada entre Marín y Combarro, la Isla de Tambo es una pequeña porción de tierra piramidal que cuenta con 26 hectáreas y su altura alcanza el punto máximo de 80 metros en la cumbre de San Fagundo.
Lo primero que hay que decir es que esta isla secreta esconde aventuras que datan de del siglo VII con los primeros colonos provenientes de compañías religiosas. El paso del tiempo se transcribe en las ruinas que hoy subsisten cubiertas de frondosa vegetación.
Su historia también está compuesta de curiosas leyendas milagrosas, incursiones piratas, cautiverios y un fuerte militar como último destino. Como si fuera un film con diferentes actores contando distintas historias, todas contenidas dentro de la isla secreta
La Isla de Tambo: un rico y curioso pasado
Desde hace dos años, la isla secreta y cerrada para los habitantes de Galicia que la observaban con curiosidad desde la costa se encuentra abierta a visitas a través de excursiones en embarcación que salen desde el puerto de Combarro.
El primer hito que se encuentra registrado en la historia de la Isla de Tambo es la construcción de un pequeño monasterio por el visigodo San Fructuoso, obispo de Braga en honor a Santa María de Gracia. Aún quedan vestigios en pie que luego fueron reformados para erigir otro edificio religioso.
Leyendas de milagros y el relato de quienes cuentan que en una época se podía cruzar a pie de Tambo hasta la playa de Chancelas, en Combarro, también forman parte de las historias o mitos del lugar, para los oídos de los más creyentes.
En el siglo XVI se registra el paso del Sir Francis Drake que, en su paso por las costas de Galicia, llegó a la isla secreta incendiando todo a su paso, y destruyendo al monasterio. Sobre sus restos se edificó se edificó la actual ermita de San Miguel, en el siglo XVIII.
El destino de la isla de Tambo vira por otros carriles
Con el auge de los viajes transatlánticos para el siglo XIX, la isla secreta fue sede de un lazareto que cobijaba a los pasajeros con sospecha de padecimiento de epidemias y enfermedades infectocontagiosas. Por lo que allí pasaban los días de cautiverio previo a ingresar al continente.
Posteriormente, pasó a ser propiedad del político compostelano Montero Ríos y sus descendientes hasta que en 1943 pasó a ser parte de la Escuela Naval de Marín. Los restos del paso de la Armada española continúan de pie con el polvorín y el bar de playa que servía de esparcimiento de los marinos y sus familias en la playa.
Otras construcciones importantes son el Faro de Tenlo Chico de 18 metros de altura que ilumina las boscosas playas de Área da Illa y Adreirá, las más importantes de la isla secreta. No podemos dejar de mencionar la frondosa vegetación y la riqueza piscícola del lugar.
La isla secreta de Tambo hoy está abierta al público desde el año 2022 desde que fue cedida por el Ministerio de Defensa al municipio de Poio y declarada de interés natural. Aún se espera que se integre al Parque Nacional Marítimo Terrestre de las islas Atlánticas de Galicia del que forman parte los archipiélagos de las Islas Cíes, el archipiélago de Salvora, las islas de Ons, y de la de Cortejada.








