En un presente que transcurre entre tantos conflictos y amenazas, una de las preocupaciones más relevantes es cómo todas esas situaciones afectarán la disponibilidad de la energía que necesitan las naciones para impulsar su industria y su comercio. Esa es una de las razones por las que España enfrenta una paradoja energética que drena tus bolsillos, porque resulta que cuando hay más, también es más cara.
La transición de las energías aún no se consolida
Actualmente, el manejo de las energías está pasando por un periodo de importantes transformaciones, causado por diversos motivos, entre los que se puede destacar el calentamiento global que ha sido provocado principalmente por el empleo del petróleo y sus derivados. Así que, para tratar de corregir ese problema, se están desarrollando diferentes clases de combustibles renovables que no contaminen el ambiente.
Sin embargo, esa transición no termina de consolidarse porque todavía quedan pendientes muchos detalles técnicos que deben ser resueltos, así que frecuentemente es necesario seguir utilizando los elementos del pasado, porque las naciones no pueden detener sus actividades. Por eso España está inmersa en una paradoja energética, pues, aunque ahora tiene más, también es más cara, y drena los bolsillos de los usuarios.
Se desperdicia el potencial energético de España
El pasado mes de julio, España rebasó todas las expectativas con respecto a la generación de electricidad conseguida mediante las energías renovables eólica y solar, con más de 10 500 GWh. Ahora bien, esto resulta contradictorio para los usuarios, pues, a pesar de que ahora hay una mayor productividad energética, esto no ha servido para reducir los costos de las facturas, que han alcanzado los 164 euros por MWH.
Para resolver la paradoja de pagar más justo cuando hay mayor producción de energía, hay que tener en cuenta que, aunque en esta temporada la eólica y la solar están entregando su máxima capacidad de energía, esto ocurre en horas del día siempre que las condiciones atmosféricas lo permitan (para evitar para de más puedes adquirir alguno de estos dispositivos). Pero en las noches se consume mucha electricidad.
Lo curioso es que aproximadamente un 30% de la energía que se genera a partir del viento y el sol es desperdiciada porque el sistema eléctrico se satura y no puede absorberla, y hasta el momento, no ha sido posible que la red nacional la guarde para usarla en las noches o cuando no haya producción. Otro hecho que contribuye a encarecer las facturas es el incremento del IVA que desde los primeros días del año llegó al 21%.
A ello hay que sumar la negativa del Congreso a aprobar el Real Decreto-ley 7/2025 que contenía directivas para incentivar el autoconsumo, reforzar los controles a las eléctricas e impulsar métodos de almacenamiento, así como optimizar la red de infraestructura.
Pese a que es un contrasentido, en España se está pagando más por el servicio de electricidad precisamente en la temporada en que las renovables están incrementando su producción, cuando lo más lógico sería que los costos bajaran. Esto indica que no se está sacando ventaja del inmenso potencial que ofrece el país para alcanzar la autonomía energética de forma sostenible y cuidando el bolsillo de los usuarios.
Las renovables necesitan ser administradas adecuadamente
Los altos costos que tiene actualmente la electricidad en España demuestran que el desarrollo de las renovables requiere de otras cosas además de los paneles solares y las turbinas eólicas que permiten obtener energía, también es necesario administrarla adecuadamente. Eso implica gastos significativos en sistemas de control inteligente para las redes eléctricas, así como también para su almacenamiento y distribución oportuna.
Concluyendo, España está experimentando una paradoja energética, pues en el pasado mes de julio se sobrepasaron las expectativas respecto a la generación de electricidad mediante las energías renovables eólica y solar, con más de 10 500 GWh. A pesar de eso, los usuarios tuvieron que pagar facturas más caras por ese servicio (este es un extraño fenómeno donde deberás pagar facturas más caras a pesar de haber un superávit de energía).