Los habitantes de muchos países deben recurrir al ingenio para dar solución a requerimientos particulares, esto es más notable en las civilizaciones de la antigüedad, puesto que no contaban con la tecnología, solo con herramientas muy simples, sus propias manos y una gran inventiva. Ejemplo de esto tenemos esta necesidad que hizo que España pudiera lograr un imposible hace 4000 años.
Una provincia que es rica en yacimientos arqueológicos
Esta es un territorio, que pertenece a la comunidad de Aragón en España, que ha sido habitado desde tiempos ancestrales todo lo que comprende sus valles y área entre su meseta y las costas del Mediterráneo. De esta manera hay muchos yacimientos arqueológicos, unos ya explorados y otros por explorar. Nos estamos refiriendo a Teruel que es una de las zonas más extensas de la región aragonesa.
En esta superficie no solo se han hallado huellas de civilizaciones como las romanas, musulmanas y medievales en forma de construcciones urbanas, monedas, entre otros. Si no también de otros habitantes más antiguos, los cuales debieron luchar contra una característica que se ha mantenido como es la sequía. De esta manera, desde la Edad de Bronce, las personas ya lidiaban contra este difícil clima.
Una estructura antigua muy interesante
Un ambiente muy árido, donde la sequía era una constante, hizo que los habitantes de hace 4000 años de España se vieran en la necesidad de usar su ingenio y movilizar recursos para la construcción de un pozo de agua gracias al cual pudieron sobrevivir. El mismo se encuentra en la ruta que lleva de Manzanares a Daimiel y se distingue por ser el más antiguo de toda la península ibérica.
Esta vieja construcción tiene su fondo a unos 16 metros de la superficie y, en esa época, no solo suministraba agua a los habitantes de la zona, sino que había sido integrado a la estructura defensiva que, por cierto, era bastante compleja y eficiente (su descubrimiento hace 30 años fue tan relevante como este del primer rostro del hombre en Europa). A pesar de su edad, esta excavación no ha perdido funcionalidad.
El yacimiento arqueológico se llama Motilla del Azuer y consiste en un grupo de muros colocados en forma concéntrica que rodeaban una torre en su centro dentro de la cual estaba el pozo de agua en cuestión. Este espacio, que se ubica muy cerca de la masa de agua conformada por el río Azuer, lleva este nombre por ser un lugar elevado construido artificialmente y que sobresale en la llanura.
Este sitio arqueológico está siendo excavado, desde su descubrimiento, por un equipo de investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha, España, y han desenterrado además de la torre central, una serie de construcciones como son talleres, almacenes de granos y un espacio donde había muchas casas y enseres que indican que allí vivían quizás cientos de personas cuya sobrevivencia dependía del pozo.
Donde queda este antiguo pozo y si se puede visitar
Si quieres visitar este histórico pozo de España, debes saber que el recorrido es de poco menos de cuatro horas. Partiendo de la localidad de Teruel tomas la carretera N-330 entrando a la A-3. Luego encaras la intersección con la A-43 a la altura de Atalaya del Cañavate. Las visitas a este yacimiento están restringidas a los fines de semana y la entrada tiene un valor de 10 euros por persona.
Como conclusión, en España se construyó un pozo hace 4000 años debido a la necesidad de agua por la sequía que siempre ha asolado a la región de Teruel (es una obra casi tan grandiosa como la central de energía construida por los Romanos recientemente descubierta). Pero también, junto a él, hay toda una estructura que revela como el hombre vivía, y sobrevivía, en esa difícil época.
