Después de años de reivindicaciones y solicitudes, una isla acaba de ser reconocida como tal. Esto ocurrió luego de que una organización hizo pública una iniciativa que contó con el apoyo de la Cámara Alta. Su nombre oficial es La Graciosa y a continuación veremos más sobre ella.
La Graciosa: la nueva isla agregada al archipiélago canario
Desde hace tiempo, el archipiélago canario estaba compuesto por siete islas: La Palma, Tenerife, Fuerteventura, El Hierro, La Gomera, Gran Canaria y Lanzarote. Pero ahora, después de una decisión del Senado, se agrega una más: La Graciosa.
Su incorporación ocurre gracias al gran apoyo del voluntariado y su propia organización. Hace cerca de cinco años, un movimiento popular comenzó con los trámites para lograr que fuera reconocida como comunidad independiente. Anteriormente tenía la condición de islote y dependía de Lanzarote.
Una isla con apenas 600 habitantes pero con una gran reserva marina
La Graciosa tiene una máxima longitud de cerca de 8 km con un área total de 29 km², donde conviven unas 600 personas. La mayoría de ellas viven en su capital, Caleta del Sebo, o sus alrededores. Posee una impresionante reserva marina que es un paraíso para turistas y buceadores.
Por lo tanto, se ve visitada la mayor parte del año, y son los turistas quienes mantienen esta biodiversidad, ya que la mayoría son ecologistas que aman esta flora y fauna. También ofrece unas vistas muy hermosas, por lo que se ha convertido en un destino turístico casi obligatorio.
Esto, inevitablemente, genera un gran impacto ambiental. A pesar de no poseer ninguna vía asfaltada lo que trae, además de problemas de movilidad, otras situaciones complicadas como la de energía, gestión de residuos sólidos y recursos ambientales, entre otros.
Además, es necesaria una regularización de la actividad de la pesca tanto turística como local, entre otros aspectos. Sin embargo, debemos aclarar que esta “declaración histórica”, como la calificó un funcionario gubernamental, no quiere decir que sea independiente de Lanzarote.
Esto como octavo terruño perteneciente a Las Canarias, por lo menos en el corto plazo. Así que por un tiempo permanecerá unida, desde el punto de vista administrativo, al municipio de Teguise. Por lo tanto, todavía y por ahora, no tendrá su propio Cabildo como el resto de las islas.
Pero a pesar de todo, esta decisión de la Cámara Alta del Senado, junto con el voto favorable del Parlamento de Canarias, marca un hito histórico en la existencia de ella. Inicialmente, se obtiene el estatus de pedanía, lo que implica que administra sus recursos públicos de manera autónoma.
Este nuevo estatus da la oportunidad a los habitantes de La Graciosa de lograr una mayor libertad para gestionar su propio desarrollo. Igualmente, implica otros desafíos como buscar la forma de proteger y engrandecer su gran legado de reservas marinas naturales.
Las características que distinguen a la isla de La Graciosa
Esta isla posee, a pesar de su pequeña superficie, un clima y condiciones medioambientales que la hacen ocupar un lugar privilegiado entre las otras siete islas de Las Canarias. Tiene una temperatura media anual de frescos 20 °C así como playas de aguas cálidas y calmadas.
Además, cuenta con un viento que sopla hacia el norte, con una velocidad media de 10 km/h lo que la hace ideal para la práctica de actividades deportivas marítimas. La humedad del aire es del 78 %, lo cual es muy agradable.
Con toda esta descripción se tiene que la La Graciosa, elevada de islote, a pesar de sus 600 habitantes, representa un espacio muy acogedor para los turistas y apasionados de los deportes marinos. Esto sin contar con que posee una de las reservas marinas más grandes de la península.








