El potencial del combustible ecológico, sostenible y amigable con el medio ambiente es muy grande. Sin embargo, España se ha quedado rezagada en su producción e implantación, por lo que la Unión Europea (UE) nos ha dejado fuera de la producción del “gas del futuro”.
En qué consiste el llamado «gas del futuro»
La denominación de «gas del futuro» se le da al biometano, que es un gas renovable y combustible. Se produce a partir del biogás cuando se somete a un proceso conocido como upgrading, una técnica con la cual se eliminan ciertas impurezas del biogás, como el CO2.
De esta manera, este compuesto alcanza una pureza de hasta el 95 %. Al mezclarlo con gas natural tradicional, puede ser incorporado a la red de distribución gasífera. Es utilizado en la UE como combustible para coches, en la generación de calor o energía eléctrica, entre otras aplicaciones.
¿Cómo queda España en la distribución de los proyectos de biometano en Europa?
La Asociación Europea del Biogás, ente adscrito a la UE, ha publicado datos donde España queda malparada ante la producción del biometano. Nuestro país solo tiene asignados nueve proyectos de este gas de un total de 1.190 plantas que se piensan construir en toda Europa.
Aunque la península ha avanzado en el campo de la sostenibilidad en la producción y uso de combustibles renovables, todavía tiene muchos pendientes. Esto es necesario para cumplir con el Acuerdo de París, que tiene como meta la eliminación de las emisiones para el año 2040.
Entre estos pendientes, el uso y producción del biometano debe estar entre sus prioridades. A pesar de que es una tecnología que ha sido probada en distintos terrenos y aplicaciones, demostrando su eficiencia, aún no ha habido voluntad política para darle el impulso que merece.
Tal y como han hecho las administraciones gubernamentales de otros países europeos. Realmente, los datos publicados son una vergüenza para España, mostrando cómo la UE nos deja fuera del “gas del futuro”. Prueba de esto es que solo tiene nueve plantas operativas de biometano.
Esto es insignificante dada la extensión de su sector ganadero, agrícola, de transporte terrestre, aéreo y marítimo, entre muchos otros. En otras palabras, muestra un vacío en la producción, similar a lo que sucede en los países del Este, solo que España está en pleno centro del continente.
Estadísticas que avergüenzan a la península española
Los números son realmente demoledores para España. Europa posee una capacidad instalada de 6.400 millones de metros cúbicos de producción de biometano de ellos, el 81 % pertenece a países de la Unión Europea. Esto es suficiente para energizar unos 5 millones de hogares europeos por un año.
O equipar unos 145.000 vehículos con bio GNL durante un año. Asimismo, es equivalente a la emisión de CO2 de unas 29 millones de toneladas. Los proyectos para la construcción de nuevas plantas en Europa suman un total de 1.190, con Francia a la cabeza, duplicando su capacidad.
A este país le siguen Italia, que cuadruplica sus plantas, mientras Dinamarca e Inglaterra, con esta ampliación, siguen estando entre los cinco principales productores de la región. Mientras que España queda muy rezagada en el número de ampliación de plantas, junto con Portugal.
Es de destacar que este impulso al biometano como gas del futuro está alineado con los objetivos del plan REPowerEU, el cual tiene una serie de condiciones que los países deben cumplir para la asignación de proyectos y sus recursos. Lamentablemente, nuestro país no ha estado a la altura.
En conclusión, la UE ha dejado a España prácticamente fuera de la asignación de proyectos para la construcción de nuevas plantas, por lo que ha perdido la mayor oportunidad de su historia. Así que deberá trabajar para cumplir con los requisitos del plan para la construcción de estas instalaciones.
