La cerveza es una de las bebidas predilectas, no solo en la península sino en todos los países de la Unión Europea, de hecho, algunas situaciones desagradables se han presentado por su consumo excesivo por parte de personas en estado de embriaguez. Pero ahora España presenta un curioso caso con la cerveza, es un problema que no es causado por lo que estás pensando. Veamos en qué consiste.
La cerveza: néctar de los dioses
La cerveza es un tipo de bebida que resulta de la fermentación de algunos cereales como el trigo o la cebada combinada con lúpulo que le da su sabor amargo característico que la ha hecho tan deseada tanto como refresco para acompañar las comidas, para refrescarse en un día caluroso o como libación para celebrar. Así ha acompañado a las personas a través de los años estando presente en no pocos eventos.
En la actualidad, se fabrica en gran variedad de estilos, texturas y sabores. También se divide en dos grandes grupos puesto que puede contener o no alcohol, por lo que cada persona conseguirá una que se adapte a sus gustos y preferencias. En lo que respecta a su fabricación, este es un arte del pasado que se ha transformado en una disciplina moderna que combina habilidad con avance tecnológico.
España tiene un curioso problema que no es común con el consumo de esta bebida
El problema que tiene la península relacionado con la cerveza es que los años 2023 y 2024 tienen un punto común y es que el índice de consumo ha bajado. Efectivamente, de acuerdo a las estadísticas que maneja la Asociación de Cerveceros de España, que agrupa a todos los fabricantes de cerveza de nuestra nación, el valor per cápita muestra una disminución que es, a lo menos, preocupante.
Las mismas prueban que durante el año 2024 solo se alcanzó el 95 % de consumo comparado con el 2023 y este un 97 % de lo bebido en el 2022 (estas cifras incluyen la ciudad de España que posee mayor cantidad de bares que por cierto no es Barcelona ni Madrid). Esto quiere decir que la demanda ha ido decayendo con el paso de los años y esta tendencia no solo parece mantenerse en este 2025, sino que se acentúa.
El máximo histórico de libación de este néctar se produjo en el año 2022 con 58 litros de cerveza por año por persona, un poco más de un litro por semana, pero a partir de allí esta cantidad ha ido bajando hasta llegar a 52,8 litros que fue la de este 2024. Con esto se quiere decir que en este último año se dejó de beber unos 5,8 litros por cada persona que era la cifra aproximada que se manejaba antes del 2017.
También llama la atención que durante este 2024 siga esta tendencia, cuando fue el año en que más turistas internacionales han visitado a la península, puesto que este sector se incrementó 10,1 % con respecto a 2023, lo que equivalió a 93,8 millones de viajeros. Por lo que resulta increíble que con esta cantidad que hemos recibido, haya disminuido el dispendio de cerveza en las diferentes regiones.
También es una importante fuente de ingreso
La asociación Cerveceros de España destaca que el sector genera, de manera directa, unos 6500 millones de euros aparte de los 5200 millones con los que contribuye el turismo ya que uno de cada cuatro euros que entran por la actividad, se corresponde a la cerveza. En ingresos fiscales implica el 2,6 % y el 1,3 % del PIB. Asimismo, para su fabricación, más del 92 % de la materia prima proviene de la industria nacional.
Concluyendo, España tiene problemas por un muy bajo consumo de cerveza (hasta en esta ciudad que es la más cara para vivir en todo nuestro país) en el 2024. Esto se desprende de las estadísticas que dicen que ha caído por segundo año consecutivo. Lo que es más preocupante es que el año pasado la cantidad de turistas que nos visitaron tuvo un máximo histórico.
