A pesar de todas las acciones llevadas a cabo por las naciones comprometidas con el cambio climático, el problema de la sequía continúa agravándose. La huella de carbono y el abuso de los recursos naturales son algunas de los motivos que continúan acelerando los daños ambientales. En este contexto, dos provincias de España se encuentran hoy en una inminente situación desértica.
¿Qué zonas de España se encuentran particularmente afectadas por el cambio climático?
Históricamente, las provincias del sudeste de la península y la isla de Canarias se han caracterizado por tener un clima seco, con escasas lloviznas anuales y una geografía semiárida, que de acuerdo a las estimaciones oficiales se encuentran al límite de pasar al estado de aridez.
En este sentido, las provincias de España más afectadas por la aridificación de sus tierras son Murcia y Almería, seguidos no tan por detrás por Alicante, Granada y Cuenca, y con menores índices, pero en estado de alerta por la sequía en áreas subhúmedas de las provincias limítrofes.
Según los datos recopilados por el informe de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), demuestran que el grado de desertificación del suelo en esta zona se ha agravado considerablemente.
En estos términos, el CSIC ha afirmado que la degradación del suelo es un hecho casi irreversible y que se ha triplicado el daño en menos de diez años. Estos números convierten a España en el país europeo más afectado por la sequía.
Causas de la desertificación del suelo en el sudeste de España
Una de las causas más notorias que ha favorecido sistemáticamente al agravamiento de la desertificación es la falta de lluvias. En los últimos años, los registros de precipitaciones han caído sustancialmente, por efecto de la crisis climática.
No obstante, se ha notado la presencia de lluvias súbitas de alta intensidad y durante cortos períodos en la costa mediterránea de España que el suelo tan erosionado no logra permear, provocando encharcamientos.
Adicionalmente, se suman los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) que alertan sobre el calentamiento del clima, considerando que el año 2023 fue extremadamente cálido y seco.
El aumento de la temperatura media produce una mayor evaporización de las aguas de río y pantanos agravando la situación de los suelos para estas zonas afectadas por la sequía, teniendo en cuenta que el valor medido en primavera fue de 0% de humedad para la península.
Más problemas que agravan la situación de extrema aridez
Sin dudas, el uso indebido del recurso hídrico es uno de los problemas más preocupantes que ha causado este estado de situación. Una región particularmente conocida por su explotación agropecuaria y la ganadería intensiva ha reducido al mínimo la capacidad de agua del suelo.
Lo que implica un serio problema económico para España que exporta casi 60.000 millones de euros al año en productos de su agroeconomía. En este sentido, la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) ha comunicado su preocupación ante el estado de aridez del suelo.
El crecimiento poblacional y el turismo en la costa mediterránea de España también ha hecho su parte para erosionar los embalses y acuíferos de la zona. Y por último y no menos preocupantes, los incendios forestales y la salinización de las cuencas de agua.
Los proyectos activos hoy en día con las desaladoras aún no están dando grandes resultados para detener este problema. La solución más viable sería el uso más eficiente del agua, pero aún queda trabajo por hacer si tenemos en cuenta las cifras proporcionadas por Aquea, que tres cuartas partes del agua consumida en España son empleadas por el sector de la agricultura y la ganadería.