La Tierra es un lugar privilegiado, que cuenta con tal cantidad y variedad de riquezas naturales, que es el único planeta que puede sostener la vida, o al menos eso es lo que se sabe hasta ahora, sin embargo, ciertos tipos de actividades humanas podrían hacer que esto cambiara drásticamente. Por eso es inquietante observar cómo España se ha vuelto un agujero negro que absorbe recursos incontrolablemente, algo muy peligroso para su futuro.
La explotación puede agotar las riquezas naturales de España
Desde que se dan los primeros pasos en el sistema educativo, se les enseña a los niños que la Tierra es un hogar generoso que ofrece muchas y variadas riquezas naturales, con las cuales es posible satisfacer todas las necesidades que puedan tener los seres vivos. Así como también que algunos de esos bienes pueden agotarse, mientras que otros son renovables, pero en ambos casos es necesario darles un uso racional.
Eso es muy válido en la actualidad, pues con el enorme crecimiento que ha tenido la población en los últimos tiempos, parece que el planeta no puede recuperarse de la explotación a la que ha sido sometido. En el caso específico de España, es obvio que se está transformando en un agujero negro que absorbe una cantidad exorbitante de recursos sin ninguna clase de control, y esto es peligroso para su futuro bienestar.
Los centros de datos consumen recursos fundamentales
En la actualidad, España se está transformando en un centro de gran relevancia para el desarrollo de las nuevas tecnologías, y las grandes empresas de ese sector están invirtiendo cantidades multimillonarias para la construcción de sus centros de datos. Sin embargo, aunque dejen mucho dinero, tienen un inconveniente muy grave, puesto que necesitan enormes cantidades de electricidad y agua para su funcionamiento.
Una muestra de esto es Zaragoza, donde una de estas grandes compañías invertirá cerca de 16 000 millones de dólares para la instalación de varios centros de procesamiento de información en el transcurso de 9 años. Eso traerá dinero y nuevos empleos para la región, pero también una complicación energética de grandes proporciones, porque van a devorar unos 10 800 GWh, algo mayor al gasto a nivel regional.
Pues Zaragoza utilizó un total de 10 540 GWh en el año 2024, así que, probablemente, esa voracidad energética podría afectar la disponibilidad para las comunidades cercanas a esas infraestructuras. Otro factor delicado es el agua, porque los centros de datos necesitan contar con sistemas de refrigeración de alta eficiencia que necesitan ingentes cantidades de agua (también podría ser causa de esta sequía que pronosticó Elon Musk).
Una empresa que construirá un centro de procesamiento de información en Aragón, España, calculó que necesitará 755 000 metros cúbicos de agua, lo mismo que gastaría una población de 50 000 habitantes. Así que, aunque aparentemente la llegada de estas empresas luzca ventajosa, es necesario analizar cuáles serán las repercusiones que tendrá para su entorno ese inmenso consumo de recursos fundamentales de agua y electricidad.
La península ibérica atrae a los centros de datos
Varias compañías ven con interés las ventajas que ofrece España para la construcción de sus centros de procesamiento de información, pues, entre otras, su ubicación estratégica facilita la comunicación con África y América. Además, es el país que ha mostrado el mayor progreso en el desarrollo de las energías renovables, así que está en capacidad de satisfacer sus requerimientos y brindarles los precios más competitivos del mercado.
En conclusión, las grandes empresas ven con interés las excelentes condiciones que ofrece España para la construcción de sus centros de procesamiento de datos. Sin embargo, aunque traigan grandes inversiones y generen nuevos empleos, pueden afectar a las comunidades vecinas por su alto consumo de recursos fundamentales como el agua y la electricidad (como ejemplo, tenemos este caso protagonizado por Musk).