En España se han dado extrañas estructuras que solo pueden ser vistas desde el aire, las cuales en realidad no tienen que ver con las líneas de Nazca precolombinas originarias del Perú, sino con otras que pertenecen a formaciones españolas que son más modernas y que son una gran esperanza para el mundo, puesto que representan un gran avance. Veamos de qué se tratan y su importancia.
Las líneas de Nazca españolas: ¿qué son realmente?
Las líneas de Nazca españolas están íntimamente relacionadas con la energía termosolar, entendiendo esta como la que usa el calor de los rayos solares para producir electricidad. Estos sistemas utilizan grandes espejos con el fin de reflejar y concentrar los rayos del astro rey en un punto. En la configuración utilizada en España se usa la Torre Central o heliostato lo que recuerda desde el aire las enigmáticas líneas peruanas.
Con esta concentración de calor en la Torre Central se calienta un fluido, que típicamente es agua que está en un ciclo cerrado, se produce vapor con el cual se hace girar la turbina de un generador de electricidad. Luego la misma es trasladada mediante cables a los centros de consumo. Es de hacer notar que estos ingenios pueden almacenar calor para usos posteriores de generación energética.
El año decisivo para la consolidación de la energía termosolar en la península
Protermosolar, una de las principales empresas privadas españolas dedicada al desarrollo y aplicaciones de la energía termosolar, en conjunto con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), están trabajando en conjunto para la implementación de esta forma de generación de electricidad que viene a ser una esperanza para el mundo que está en busca de fuentes renovables que sean de naturaleza inagotable y barata.
Consideran que, para cumplir con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC 2023 – 2030) y la descarbonización definitiva pautada para el año 2050, se hace necesario para este 2025 la consolidación del uso de una forma energética que sea 100 % libre de emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque esto no signifique que se deba volver a la atómica (si bien tenemos este movimiento inesperado que ha hecho la Unión Europea).
Y es que el uso de la termosolar no solo es para la producción de electricidad, sino que también ayuda en la descarbonización de aquellos procesos en la industria que necesiten altas temperaturas para llevar a cabo transformaciones en la materia prima. De hecho, es la única fuente energética capaz de producir este calor, puesto que el resto de las renovables no está en la capacidad de dar estos niveles calóricos.
Asimismo, resulta en un gran catalizador que contribuye a reducir la volatilidad y oscilaciones de los mercados energéticos, por lo que resulta en una gran estabilidad resultando muy beneficiosa por igual a las empresas de electricidad españolas como para los consumidores. Por lo que su uso se está extendiendo dando una gran esperanza al mundo. Por otra parte, la energía termosolar se puede almacenar muy eficientemente.
El impacto en la sociedad de la implantación de la termosolar
En tierras españolas hay 49 centrales termosolares que están operativas las que producen 8,8 GW de energía limpia en sustitución de la de origen fósil para la industria farmacéutica, bebidas y alimentos, etc., contribuyendo al cuidado del medio ambiente. Asimismo, tiene un significativo impacto en la sociedad al ser generadora de numerosos puestos de trabajo directos e indirectos.
En conclusión, las llamadas líneas de Nazca españolas están compuestas por las particulares formas de las instalaciones de la energía termosolar vistas desde el aire (que son similares a este gran oso Panda que China levantó en el bosque). Aparte de que estas centrales generan electricidad limpia para uso en las grandes ciudades, también son fuente de calor para uso industrial.