La icónica marca Ferrari ha sido la más innovadora en los coches superdeportivos, tanto es así que siempre ha marcado la pauta en este sector. Sin embargo, los tiempos cambian y con ellos las tecnologías, especialmente lo que se refiere a la movilidad. Es por ello que se ha diversificado emigrando hacia otras maquinarias, pero parece que se ha arrepentido y ahora hay una gran duda sobre el futuro de los supercoches.
Los coches superdeportivos eléctricos
Estos coches combinan diseños extremos, ingeniería muy precisa y tecnicas de propulsión sin emisiones de gases de efecto invernadero, sustituyendo los motores de combustión interna tradicionales por otros de tipo eléctrico que son energizados por sistemas de baterías de capacidades grandes. Esto hace que este automóvil tenga un desempeño superior.
Gracias a su característica de desarrollo casi instantáneo de su par motor, puede lograr aceleraciones muy grandes en muy pocos segundos. Poseen autonomías mayores a los 400 kilómetros y son muy estables por su bajo centro de gravedad y distribución del peso de sus baterías. Sin embargo, fabricantes como Ferrari tienen dudas sobre esta tecnología con sus clientes más fieles.
Ferrari no ve futuro en esta tecnología
Ferrari se ha decidido emigrar a la movilidad eléctrica y para el próximo año proyecta el lanzamiento al mercado de su primer superdeportivo con esta tecnología. La presentación de su tecnología se dejará ver este nueve de octubre en el evento Capital Markets Day que se celebrará en la localidad de Maranello en Italia. Sin embargo, a pesar de que tendrá la calidad acostumbrada, entre bastidores han dicho que no ven futuro en esta tecnología.
Y es que esta incertidumbre no es compartida solo por la marca del Il Cavallino Rampante, sino también por otras como Koenigsegg, Pagani, Maserati que ha dejado de lado su MC20 eléctrico y Lamborghini quien ha retrasado la presentación de su modelo Lanzador para el 2029 (de hecho, ha lanzado un desafío a la Unión Europea). Esto se debe a que sus exclusivos clientes no quieren las máquinas eléctricas a pesar de obtener prestaciones muy similares.
Entre otras cosas, y aunque pareciera superficial, uno de los principales atractivos de estos coches es escuchar el rugido del motor, recuerda que una de las características de la tecnología eléctrica es que es completamente silenciosa. Como dijo el CEO de Rimac Rivera cuando el año pasado tuvo muchos problemas para vender las 150 unidades eléctricas que fabricaron: “La gente rica desea coches de gasolina”.
Ferrari ha mantenido en secreto las características de su nuevo coche eléctrico con la esperanza de que cale en el exclusivo gusto de su clientela. No obstante, algunos han manifestado que no será un supercoche convencional, sino una mezcla entre grand tourer con un SUV. Por otra parte, la marca tampoco ha dado pistas sobre su precio, pero extraoficialmente se ha anunciado que costaría sobre los 500 000 dólares.
Ninguna modificación en su estrategia a corto plazo
Ferrari mantendrá su rendidor de propulsión atmosférica de 12 cilindros en V y 6,5 litros por lo menos mientras la normativa de la Unión Europea no diga lo contrario, así como los modelos por venir de la serie Icona. De igual manera, mantiene que para el 2030, el 35 % de su producción serán coches del tipo híbrido, el 40 % de tecnología eléctrica y el 25 % de combustión interna térmica con emisiones reducidas.
Para finalizar, aunque Ferrari parece arrepentirse con la fabricación de motores eléctricos, en realidad está siendo precavido (ya está próxima la presentación de su primer modelo eléctrico y promete que será para no olvidarla), por lo que tiene bien clara la ruta a seguir con los supercoches. Además, no ha modificado su estrategia de fabricación para el 2030.
