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Lo que podría ponerle fin al coche eléctrico: No está en sus componentes, sino bajo tierra

Por Omar D.
16 de junio de 2025
en Movilidad
coche eléctrico

Fuente: VYNMSA

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En la actual lucha contra el cambio climático y sus consecuencias, como el calentamiento global, que actualmente libran todos los países, una de las armas más efectivas es la electrificación del sector transporte como el bloque que genera casi el 20 % de las emisiones a nivel mundial. Sin embargo, el coche eléctrico aún no se ha masificado por esto que está enterrado. Veamos en qué consiste.

El coche eléctrico: hacia una movilidad más sostenible

Este vehículo es la mejor alternativa ante un panorama de una auténtica emergencia energética y la contaminación de la atmósfera. Esta tecnología no genera gases contaminantes como el CO2 y otros igualmente tóxicos, aparte de que tiene una eficiencia muy alta, ya que desperdicia tan solo, como máximo, el 5 % de la energía de sus baterías frente al 35 o 40 % aprovechado por los motores de combustión tradicionales con respecto a su combustible.

Lo que hace que con los coches eléctricos el costo por kilómetro de desplazamiento sea hasta un 85 % menos que con la movilidad a diésel o gasolina. Por otra parte, el mantenimiento que el mismo exige es mínimo, por cuanto tiene muy pocas partes móviles y es más sencillo. Pero, a pesar de estas indudables ventajas, su uso no ha despegado como todos quisieran.

El gran problema que impide la transición energética de la movilidad

El coche eléctrico tiene diferentes obstáculos que ha logrado superar, como la autonomía o algunos de sus componentes. No obstante, la mayoría de los expertos coinciden en que la falta de unas redes eléctricas que estén bajo tierra y que tengan la capacidad de soportar las estaciones de recarga, son las verdaderas causas que han impedido su masificación y aceptación por los usuarios.

Esto tiene una vuelta muy sencilla, los potenciales compradores no se deciden a cambiarse a esta tecnología por cuanto las estaciones de recarga no son tan numerosas como las gasolineras tradicionales. La Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) refiere que, en España, para el 2024 hay 46 598 estaciones de recarga operativas públicas, lo que es el 2,8 % más que en el 2023.

Pero cada punto de recarga es un elemento de consumo que es muy importante, sobre todo para aquellas localidades en que las redes eléctricas ya operan a sus límites de capacidad (nadie había pensado en esta posibilidad que puede hacer que nos quedemos sin los eléctricos). Esta es la razón por lo que la instalación de nuevos cargadores se para por requerimientos de licencias y permisos que pueden tardar hasta tres años.

Estos procesos son causa de retrasos y reducen el interés de invertir en el crecimiento de las redes eléctricas necesarias para instalar nuevas estaciones para vehículos con esta tecnología. Como se puede observar, es un círculo vicioso de nunca acabar. Adicionalmente, la distribución desigual de las estaciones de recarga hace que, en algunas zonas de España, los conductores deban recorrer un gran trecho para recargar su coche eléctrico.

¿Qué se está haciendo para resolver este problema?

Actualmente se está estudiando un proyecto muy interesante de establecer redes eléctricas exclusivas para la alimentación de los puntos de recarga para el coche eléctrico. Sin embargo, mientras tanto, la escasez de estaciones rápidas de recarga sigue siendo una debilidad, por lo que es necesario reforzar las líneas bajo tierra y agilizar los trámites de permisologías a fin de incrementar su número al estándar internacional.

Concluyendo, el fin del coche eléctrico como elemento para la descarbonización del ambiente será causado, principalmente, por la falta de capacidad de las redes eléctricas bajo tierra que alimentan los puntos de recarga (como una medida para paliar esta situación, se está dando curso a esta oferta). Asimismo, se está estudiando la posibilidad de incrementar las dimensiones de las líneas subterráneas para agilizar la permisología de nuevas estaciones.

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