El incremento de la población humana ha provocado una creciente explotación de las diversas riquezas naturales minerales, vegetales y animales, con la finalidad de satisfacer sus necesidades. Sin embargo, las actividades realizadas para cumplir con ese objetivo trajeron ciertas repercusiones negativas, porque dieron origen a los dos elementos más destructivos del planeta. Pero por fortuna, la ciencia ha encontrado una solución práctica a ese problema, porque logró desarrollar una manera de fusionar a ambos para convertirlos en el recurso más buscado.
Los desechos de la civilización también tienen potencial
La evolución de la civilización se ha dado gracias a numerosos descubrimientos que contribuyeron a mejorar la calidad de vida de los seres humanos. Con el paso del tiempo, este progreso se ha vuelto indetenible y, simultáneamente, ha tenido diversas consecuencias para el medioambiente. Porque toda esa actividad requiere materias primas naturales que, al ser procesadas, producen diferentes clases de desechos.
Todo eso se ha ido acumulando a lo largo de los años y ahora es cuando se están experimentando las consecuencias de esa situación. Sobre todo, porque entre ellos hay dos elementos que son los más destructivos para el planeta. Sin embargo, unos científicos se dedicaron a buscar alguna utilidad para ellos, y finalmente lo lograron, pues mediante un proceso altamente especializado, pudieron convertirlos en el recurso más buscado.
Fusionar dos contaminantes permite obtener energía
La contaminación ambiental causada por la presencia de desechos sólidos representa un peligro para la salud y el medioambiente. Entre ellos se destacan dos elementos muy destructivos para el planeta, los plásticos y los residuos de carbón provenientes de las minas. Esos materiales son difíciles de procesar por separado, pero unos científicos descubrieron que, con la co-gasificación de ambos, se pueden obtener hidrógeno y syngas.
El reciclaje de los plásticos presenta varios inconvenientes porque requiere ciertos tipos de procesamientos que resultan muy costosos lo que ha provocado un gran fraude en España. Por eso, en el Laboratorio Nacional de Tecnología Energética (NETL), Estados Unidos, decidieron estudiar si al fusionar esos compuestos sintéticos con residuos de carbono podían obtener gas de síntesis. Y el experimento resultó exitoso, debido a las propiedades combinadas de ambos.
Porque los desechos que se producen durante el tratamiento del carbón en las minas contienen altas cantidades de metales como sodio, potasio, magnesio y calcio. Estos elementos favorecen y aceleran las reacciones químicas que permiten convertir el plástico en syngas, uno de los recursos más buscados por ser una fuente abundante de energía. Y adicionalmente permitirá limpiar al planeta de esos dos contaminantes.
El plástico que ahoga el planeta puede resultar útil
Las montañas de plásticos ahogan al planeta, debido a que en muchos casos solo pueden ser usados en una única ocasión y son desechados de inmediato. Por tanto, si es posible darles un uso efectivo que permita verlos como algo más que simple basura, podrían tener un valor inesperado para la economía mundial. Como en el caso de su co-gasificación con residuos de carbón procedente de las minas para convertirlo en syngas.
Una de las ventajas de ese proceso es que permite cierta flexibilidad en cuanto a la composición de los plásticos y residuos de carbón. De manera que en diferentes lugares solo tendrían que hallar las proporciones y temperaturas adecuadas para obtener un mayor rendimiento de esa reacción. Con esto se podría disponer de materia prima suficiente para generar mucha energía, que es uno de los bienes más valiosos en el presente.
Concluyendo, en el Laboratorio Nacional de Tecnología Energética (NETL), Estados Unidos, se logró fusionar dos de los elementos más destructivos del planeta. Se trata del plástico y de los residuos de carbón procedentes de las minas. La finalidad de este procedimiento fue la de convertirlos en uno de los recursos más buscados actualmente, energía en forma de syngas e hidrógeno. Así, se obtendrían grandes cantidades de materia prima, mientras se limpia el medioambiente, de manera que sería posible el reciclaje a pesar de lo descubierto con la ayuda de Apple.